Para un químico la palabra cristal adquiere una importancia más grande que el simple escaparate o ventana que tenemos delante, es más no tienen nada que ver.
El cristal presente en nuestras ventanas es más conocido como vidrio, que tiene una composición de óxido de silicio (SiO2). La manera de obtener el vidrio es fundir óxido de sílice a 1700ºC. Se obtiene una masa viscosa que se enfría con rapidez dando lugar al vidrio que conocemos. Como para alcanzar esos 1700 grados requiere un gasto energético brutal, lo que se hace en la industria es mezclar el óxido de silicio con Carbonato de sodio (Na2CO3) para bajar el punto de fusión hasta los 1200ºC - 900ºC pero cuanto más carbonato hace que el vidrio cada vez sea de peor calidad. Existen diferentes tipos de vidrios según su uso y por tanto su porcentaje de carbonato de sodio y otras sales varían. El vidrio es muy resistente a ataques químicos por eso se utiliza como material de laboratorio el único agente que lo puede atacar es el ácido fluorhídrico. Es más el material de laboratorio esta hecho de un vidrio llamado Pirex que contiene átomos de boro que le permite aguantar muy bien los choques térmicos. O sea verter algo muy caliente o mezclar algo muy caliente dentro del recipiente sin que se nos rompa el vidrio por el cambio brusco de temperatura. Cuantas veces habremos visto a Arguiñano poner una cucharilla dentro de un bol cuando va ha echar una sopa o algo muy caliente, para evitar la rotura del vidrio. Eso con los vidrios pirex no ocurre o ocurre en mucha menor medida. Pero volvamos al tema inicial no nos desviemos. El vidrio no presenta ninguna unidad estructural repetitiva sino que son uniones aleatorias, por eso se dice que el vidrio es amorfo.
Tipos de estructuras cristalinas
Estamos rodeados de sólidos con estructuras cristalinas, como por ejemplo la sal común (NaCl)