Sin embargo, hoy parece que algo se rompió. En el triunfo por 3-0 del Real Madrid ante Granada, Cristiano Ronaldo anotó dos goles, pero dejó a un lado su imagen férrea, de luchador y ganador para no festejar. Y detrás de ese no-festejo de sus goles, había algo, que se encargó de explicitarlo después del partido.
Estoy triste y en el club saben por qué. Por un tema profesional, por eso no celebro los goles, porque no estoy feliz.
Se han hablado infinitas hipótesis sobre qué ocurrió verdaderamente. Hasta los propios medios madridistas se sorprendieron por la reacción. Algunos hablaron de una interna con algunos compañeros del plantel que habrían llevado al pedido de Cristiano de cambiar de club. A pocos días de ganar la Supercopa española ante el Barcelona, la Casa Blanca no puede tener días de paz. ¿Será el fin de la antinomia del siglo XXI?