hijo de Zeus que en el Olimpo te engendró
al templo de los hombres llegaste
el narcótico del fútbol te envenenó.
Por el amor al balón tu divinidad dejaste
el imperio blanco de triunfo te amamantó
a tu afición cada triunfo entregaste
luchas en cada batalla como el héroe del balón.
botas doradas tus cometas lanzan
los porteros contra tu poder nada hacen.
en el Bernabeu tu nombre aclaman
el balón de oro tu firma reclama.