Pero se ven desbordados Los evangélicos bautistas abren sus iglesias y hogares a refugiados y fugitivos, tras conquistar el ejército rebelde M23 la ciudad de Goma.
Los bautistas (cristianos evangélicos) de la República Democrática del Congo están aportando sus hogares, sus manos, iglesias y casas para las necesidades humanitarias en medio del caos producido después de la caída de Goma, una de las grandes ciudades del país, en manos de rebeldes.
Goma, una ciudad de cerca de 1 millón de habitantes , situada en la orilla norte del lago Kivu, frontera con Ruanda, tenía sin embargo una población que casi duplicaba la suya propia. Había sido refugio de cientos de miles de personas (unas 650.000) que habían huido de sus hogares en el este del Congo desde que comenzó el ataque del grupo rebelde M23.
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