porque generamos más y mejores puestos de trabajo; quiero que le pregunten si quieren ser un país donde los derechos humanos son una bandera de toda la sociedad, sin ninguna distinción de ideología o partido". Paradojicamente, para muchos la presidenta que busca armar trincheras y antagonismos apela al sentido común. Todos los que apoyamos este modelo tenemos las herramientas para discutirle a cualquiera el discurso distorcionado que baja de los medios y hace carne en algunos. La gran tarea nuestra no es ni chicanear a los que piensan distintos, sino hacer como hace Cristina, dar la batalla con los hechos concretos bajo el brazo. El lema del peronismo "mejor que decir es hacer" es notorio en el kirchnerismo. Incluso hasta la oposición no puede cuestionar la obra de gobierno porque sabe que le restarían votos, entonces se recluyen en lo abstracto, criticando las formas y no la praxis efectiva del Gobierno. Por eso Cristina recomienda "no pierdan tiempo, no se enrosquen ni se dejen enroscar en discusiones bizantinas que no tienen nada que ver con lo que le importa a la gente y con lo que le importa a la sociedad. No cometan errores que sí hemos cometido nosotros cuando éramos jóvenes". "Nuestro gran compromiso es a través del ejemplo diario y cotidiano, cualquiera sea el lugar que nos toque desempeñar; dar el ejemplo de humildad, de trabajo, de convicción para poder, entonces sí, seguir construyendo esta Argentina que tanto nos costó"."es importante que el frente nacional, popular y democrático construya esta institucionalidad, que también es cultural, de saber contarle a los argentinos, pero fundamentalmente no contarle a partir de relatos de fantasía, sino a partir de que puedan ver, tocar y palpar cada uno de los logros que hemos tenido con nuestros jubilados, con nuestros pensionados, con nuestros trabajadores en las convenciones colectivas de trabajo, más de 1.800, luego de haber estado aplastadas durante décadas".Somos muchos los comprometidos a esta causa nacional y popular, y tenemos que ser más. Tenemos muchos por hacer, porque para apoyar no basta con aplaudir la gestión, sino arremangarse y ponerse a laburar, formándose, concientizando a los incredulos y los indecisos, en fin, construyendo el cambio cultural.
porque generamos más y mejores puestos de trabajo; quiero que le pregunten si quieren ser un país donde los derechos humanos son una bandera de toda la sociedad, sin ninguna distinción de ideología o partido". Paradojicamente, para muchos la presidenta que busca armar trincheras y antagonismos apela al sentido común. Todos los que apoyamos este modelo tenemos las herramientas para discutirle a cualquiera el discurso distorcionado que baja de los medios y hace carne en algunos. La gran tarea nuestra no es ni chicanear a los que piensan distintos, sino hacer como hace Cristina, dar la batalla con los hechos concretos bajo el brazo. El lema del peronismo "mejor que decir es hacer" es notorio en el kirchnerismo. Incluso hasta la oposición no puede cuestionar la obra de gobierno porque sabe que le restarían votos, entonces se recluyen en lo abstracto, criticando las formas y no la praxis efectiva del Gobierno. Por eso Cristina recomienda "no pierdan tiempo, no se enrosquen ni se dejen enroscar en discusiones bizantinas que no tienen nada que ver con lo que le importa a la gente y con lo que le importa a la sociedad. No cometan errores que sí hemos cometido nosotros cuando éramos jóvenes". "Nuestro gran compromiso es a través del ejemplo diario y cotidiano, cualquiera sea el lugar que nos toque desempeñar; dar el ejemplo de humildad, de trabajo, de convicción para poder, entonces sí, seguir construyendo esta Argentina que tanto nos costó"."es importante que el frente nacional, popular y democrático construya esta institucionalidad, que también es cultural, de saber contarle a los argentinos, pero fundamentalmente no contarle a partir de relatos de fantasía, sino a partir de que puedan ver, tocar y palpar cada uno de los logros que hemos tenido con nuestros jubilados, con nuestros pensionados, con nuestros trabajadores en las convenciones colectivas de trabajo, más de 1.800, luego de haber estado aplastadas durante décadas".Somos muchos los comprometidos a esta causa nacional y popular, y tenemos que ser más. Tenemos muchos por hacer, porque para apoyar no basta con aplaudir la gestión, sino arremangarse y ponerse a laburar, formándose, concientizando a los incredulos y los indecisos, en fin, construyendo el cambio cultural.