Entre otras muchas cosas, los libros te permiten hacer algo que para mí es fundamental: conocer otros lugares sin moverte del sofá. Estos lugares pueden ser reales o imaginarios, estar situados en el pasado, en el presente o en el futuro, incluso, a veces, ser una variante de un lugar real.
Para todos aquellos amantes de los viajes literarios y los que, como yo, os quedéis sin vacaciones, os contaré que Elías y los ladrones de magia es una novela muy viajera.
De hecho, todo empieza con la vuelta de su protagonista, Elías, de una excursión a Cazorla. Por el camino, el autobús se estropea y todos los niños acaban en un extraño parque de atracciones ambulante. Allí, Elías conocerá a Percival, un pez parlante que hará viajar al chico, al igual que a los lectores, a su insalubre pueblo inglés del siglo XIX, en la costa, y a otros lugares fantásticos. Más tarde, llegaremos con Elías y Percival a la Granada actual, que a su vez es también mágica. A lo largo de la segunda parte y la tercera, además de conocer algunos de los sitios más emblemáticos de la ciudad y otros cuantos con mucho encanto pero no tan conocidos, los lectores descubriremos a sus personajes, algunas de las costumbres y fiestas, etc.
Elías y los ladrones de magia es una novela juvenil para todos los públicos; una historia de corte fantástico que, sin embargo, tiene como escenario principal uno muy real: la ciudad de Granada. Esta novela no sólo pretende ofrecer una historia llena de emoción y aventura, sino también de mensajes positivos, como el valor de la amistad y la familia demás de mostrar al público en general un buen número de lugares turísticos de Granada por conocer (algunos, muy desconocidos incluso para los granadinos). Pienso, por tanto, que podría interesar a una gran cantidad de lectores.