Cuando Colón ya tenía el favor de los reyes Católicos para realizar su famoso viaje, faltando únicamente ultimar los detalles y encontrándose él y estos en Málaga, le conceden un subsidio que permita al navegante hacer frente a su maltrecha economía, el tesorero González de Sevilla así lo recoge en sus libros:
“El dicho día di a Cristóbal Colon cuatro mil maravedís, que Sus Altezas le mandaran dar para ayuda de su costa, por cédula del Obispo”
Pero antes de partir, estando en Linares, Colón se acerca avergonzado y sigiloso a la reina Isabel y le hace saber que el subsidio concedido no arregla su mala situación económica, que se ve obligado a solicitarle una limosna más, la reina seguramente más sonrojada que Colón da inmediatamente las órdenes a su limosnero, don Pedro de Toledo, para que entregue 30 doblas de oro, equivalente a unos 11.000 maravedís, con este dinero si puede Colón volver a Córdoba.
Al encontrar inédito en el año 1982 el libro de los maravedís, A. Romeu de Armas y su equipo buscaron el apunte que reflejara este hecho de la mano del limosnero mayor Pedro Toledo, y lo encontraron, pero para su sorpresa dieron con algo mucho más revelador, el escribano define a Colón como “el portugués”.
Donde debía figurar el nombre del receptor viene en blanco, Antonio Romeu cree que al desconocer el nombre optó por dejar el hueco para cubrirlo más adelante, y mientras hace mención a su nacionalidad para identificarlo y reconocerlo de esta manera, quedando el lugar reservado para el nombre en blanco hasta ahora.
No tiene ninguna duda Antonio Romeu de Armas en aseverar que este apunte en el libro de cuentas es el referente a la limosna concedida dos días antes por la reina a Colón, ya que coinciden las monedas, lo identifica con tal cuidado que no admite duda ni vacilación y además aparecen reflejados los protectores de Colón que acompañaban y estaban presentes en el momento en que la reina otorga el donativo, figurando estos como testigos, Rodrigo de Maldonado, Alonso de Quintanilla y fray Hernando de Talavera. Además el escribano que le llama portugués hace mención expresa a lo acontecido entre Colón y la reina antes tratado : “et Su Alteza me lo mandó en persona”.
Antonio Romeu de Armas reconocido Catedrático y Académico de la Historia siempre se mantuvo firme en la nacionalidad genovesa de Colón, pero este hallazgo le hizo reconsiderar tal creencia, sucediéndole de la misma forma que a otro insigne historiador, Don Enrique Zas, quien después de defender a ultranza la genovesidad de Colón se cambió con mayor fuerza a la Tesis gallega una vez reconocido su error, y convirtiéndose al final en uno de sus más insignes defensores.
Se preguntarán qué relación tiene con Galicia el hecho de denominar a Colón “portugués”, recordamos al lector que la Tesis gallega identifica como la misma persona a Pedro Álvarez de Sotomayor y Colón, que el Sotomayor era conde de Caminha título concedido por el rey portugués, que luchó contra los Irmandiños con tropas portuguesas, que luchó como capitán al servicio del rey portugués Alfonso V en la batalla de Toro, que luchó en la flota franco-portuguesa contra Castilla, que era el señor de Tui cuando esta estaba ocupada por Portugal, que estaba casado con Tereixa de Tábora portuguesa de linaje real, que su lengua y maneras de hablar eran parecidas a las portuguesas, que por la situación de sus dominios siempre tuvo un pie en Portugal y otro en Galicia, etc. etc.
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