Sinopsis: El 3 de octubre de 1.940 Lluís Companys, presidente de la Generalitat de Catalunya en el exilio, es trasladado y encarcelado en el Castell de Montjuïc en Barcelona, a la espera de ser juzgado. Las autoridades franquistas le acusan de promover el asesinato de inocentes y de delitos de rebelión contra el Estado. Companys espera la muerte convencido de que ese juicio es una falacia y su condena un mero trámite. Pero el abogado y capitán de artillería Ramón de Colubí, franquista convencido a quien asignan la defensa, intenta que la palabra justicia no sea sólo un eslogan del régimen vacío de contenido, y hace todo lo que está en sus manos para salvar a Companys, a pesar de las diferencias ideológicas que les separan y el odio que le profesa.
Mientras tanto, el régimen hace todo lo que puede para ocultar el proceso, juzgar a toda prisa a Companys y fusilarlo sin hacer mucho ruido, para evitar que se convierta en un mártir y un símbolo para Catalunya. El abogado De Colubí, durante la defensa, descubre el hombre que se esconde tras el político; su dignidad y su fuerza. Un Lluís Companys que durante 13 días de octubre afronta la muerte con sus circunstancias, sus miedos y sus contradicciones.
Después de haber visto “13 dies d’octubre”, realizada expresamente para conmemorar el 75 aniversario del asesinato de Lluís Comapnys, resulta imposible no compararla con “Companys, procés a Catalunya” (Josep Maria Forn, 1.979). Ambas películas, aunque narran la última etapa de la vida de Lluís Companys, resultan significativamente distintas, tanto en sus formas como en su presentación. Mientras que “Companys, procés a Catalunya” era narrativamente más extensa y compleja, “13 dies d’octubre” se centra en los últimos 13 días de vida de Lluís Companys y su relación con su abogado defensor.
En la película de Maria Forn las tramas secundarias quedaban descompensadas ante el interés que generaba la trama principal, sobre todo por la actuación de Luis Iriondo, que se comía tanto la pantalla que inevitablemente las escenas en las que no salía perdían mucha fuerza. “13 dies d’octubre” consigue evitar esa descompensación y mantiene un buen ritmo a lo largo de todo el metraje.
Sin embargo lo que no consigue evitar “13 dies d’octubre” es pecar de una exagerada dramatización de los hechos, que incluso en algún momento llega a ser inverosímil, y de una estilización escénica contraproducente a las intenciones del film. Aun así resulta de una mayor rigurosidad histórica que otras insuficientes y decepcionantes propuestas de ámbito histórico, como “The good sheperd” y “The imitation game”, algo que se agradece.
La mayor comparación que se produce entre “Companys, procés a Catalunya” y “13 dies d’octubre” es en los actores que interpretan a Lluís Companys. En el film de Maria Forn el papel del presidente de la Generalitat de Catalunya fue interpretado por Luis Iriondo, que de hecho no era actor, ni siquiera es catalán, sino vasco. A pesar de eso Iriondo realizó una interpretación extraordinaria, magnífica, excelente, increíble, memorable e inmejorable. Iriondo realizó la mejor interpretación de toda la historia del cine del mundo mundial. Iriondo se transformó, se mimetizó en Lluís Companys, un asombroso hito que pocos actores en la historia del cine han conseguido a la hora de interpretar personajes históricos.
En “13 dies d’octubre” Lluís Companys es interpretado por Carles Martínez, que acertadamente ha evitado competir con Iriondo, y ha elegido interpretar al personaje no tanto desde su figura como desde su estado emocional, una decisión que le ha funcionado, y le permite realizar una actuación notable y muy bien enfocada.
Pese a no ser nada del otro mundo, y pese a no ser tan notable como “Companys, procés a Catalunya”, ésta propuesta de arriesgadas pretensiones consigue ofrecer una visión de Companys realmente interesante y atractiva, algo que hace de “13 dies d’octubre” una película destacable y muy merecedora de verse.
Lo mejor: La interpretación de Carles Martínez
Lo peor: La dramatización parece competir contra la rigurosidad y verosimilitud en la parte final del film.
Mi calificación es: