Hoy voy a comentar la adaptación del primer libro de la bilogía de Gayle Forman que casualmente tiene el mismo título que ésta, Si decido quedarme. Atentos a los apasionados del amor porque esta película tiene para alimentar a un regimiento. A cualquier personas de mi entorno que preguntéis os dirá que no soy un chico que le guste especialmente el tema amoroso, pero esta cinta me ofrecía un argumento diferente, algo que se salía de lo típico de las películas románticas.
El largometraje está protagonizado por la joven pero experta Chlöe Grace Moretz, que conoceréis por sus papeles en Carrie o Kick-Ass. Su rol en la piel de una chica dividida entre el amor y la música, y afectada por la muerte en un accidente de tráfico de sus padres y su hermano pequeño, muestra un ambiente de tragedia y pena pero también alegrías. El guía en la película más bien es el espíritu de ella, Mia, que lucha por sobrevivir pero también convencido de querer abandonar este mundo, a la vez que nos muestra los mejores momentos de su vida. También cabe destacar la participación de Jamie Backley como Adam, pareja de Mia, que ofrece un tipo de novio distinto a lo que yo he visto hasta ahora.
Otro tema importantísimo es la música. De hecho, si no es por la canción que le canta Adam a Mia, ésta no se hubiera despertado de su coma. Casi todos los personajes que aparecen han tenido o tienen contacto con la música, ya sea rock, pop o clásica. Continuamente aparecen instrumentos musicales: guitarras, baterías, el violonchelo de la protagonista,...
Un pequeño incoveniente de la cinta es que la trama se desarrolla muy lentamente, y más para los que no nos gusta este género. Además, permanentemente hay vueltas en el tiempo hacia delante y hacia atrás, cosa que te acaba confundiendo.
Para todo el que vea la película y diga que el final es malo, hay que decir que no es malo, solamente está pidiendo a gritos la adaptación de la segunda parte de la bilogía, Lo que fue de ella.
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