Crítica | “A la Deriva”, una aventura capitaneada por Shailene Woodley

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Ficha técnica | Título original: Adrift. Dirección: Baltasar Kormákur. Guión: Aaron Kansell, Jordan Kansell,  David Branson Smith. Dir. Fotografía: Robert Richardson. Reparto: Shailene Woodley, Sam Claflin, Grace Palmer, Jeffrey Thomas, Elizabeth Hawthorne. Género: Drama, Romántico, Aventura. Duración: 98 mins.  Año: 2018. País: EE.UU. Producción: Huayi Brothers, Lakeshore Entertainment, RVK Studios, STX Entertainment. Distribución en España: Diamond Films España.

Después de haberse conocido en Tahití, Tami Oldham (Shailene Woodley) y Richard Sharp (Sam Clafin) inician un bello romance. La pareja disfruta entonces de un viaje por el mar en su velero. Pero, en medio del océano, se ven sorprendidos por una de las mayores tormentas jamás registradas. Deberán sobrevivir a la deriva con un velero destrozado, sin comida y sin agua.

Cómo me cuesta afrontar algunas críticas. Muy de vez en cuando (no me pasa a menudo, por suerte) doy con una película que, cuando termina y salgo del cine, no sé si me ha gustado o no. No sé si os pasa o soy yo el raro. Intentaré explicarme. No creo que deba definirlo como “mala experiencia”, porque si me crea confusión es que hay varias cosas que me han gustado. Pero cuando me ocurre algo así, es que o la cinta no ha sabido mandarme bien su mensaje, o yo he sido incapaz de seguirle el ritmo, o en la balanza no consigo inclinar si me quedo con lo bueno o lo malo y necesito unas horas o días para reposarla.

Pues este esporádico fenómeno me ha sucedido con “A la deriva”.

Con el calor que hace ya, se agradece pasarse un par de horas viendo el mar, para refrescar un poco el día. Lástima que lo que sucede en esta peli no sea precisamente tranquilo o bonito, si no algo a lamentar. Diamond Films nos acerca a España esta peli basada en hechos reales, que a priori leyendo la sinopsis puede recordar a éxitos como “Lo Imposible”.

No tienen mucho que ver. Baltasar Kormákur dirige esta sufrida historia de dos amantes que deben sobrevivir en alta mar, todo asentado en sucesos reales. Solo he visto otra peli más del director islandés, “2 Guns”, pero no tienen absolutamente nada que ver y tampoco me ayuda a conocer mucho su estilo personal, a pesar de que me gustó. En nuevo caso, no considero que los problemas que tengo con el film sean culpa de Baltasar, pero tampoco me da suficiente como para atribuirle los méritos que sí rescato de “A la deriva”. Diría que estamos ante un trabajo normalito, y rescataría en todo caso la secuencia inicial.

Donde acuso mayor problema es en guión. Aaron y Jordan Kansell junto a David Branson Smith son los autores. Y lo que creo que perjudica de verdad a la cinta es no dibujar a los personajes en el momento de tensión, lo importante de la trama. A cambio, tenemos todo el metraje inundado de flashbacks que aunque no están mal metidos, cortan demasiado el avance. Además, la relación sentimental está mal llevada. Los diálogos iniciales entre ambos personajes son artificiales para un film que además tiene la historia real como base. Hacía falta dar una vuelta más para dar con la tecla, y si no el director debería haber metido mano para mejorar lo que el guión no gestiona adecuadamente.

Y creo que por esto mismo que os comento, empatizo con los protagonistas por lo que les sucede, pero no llego a conectar. No sé si se entiende el matiz que quiero expresar. Y sí empatizo por los méritos conseguidos por Shailene Woodley (Tami Oldham) sobretodo, y Sam Claflin (Richard Sharp). Dotan de interés, drama, amor y credibilidad a la peli. De los secundarios poco que decir, reparto muy escueto y los que salen hacen un trabajo correcto y ya. Arriba tenéis los nombres.

Llegados a este punto, la verdad es que… poco más que decir. Quizá ese es mi conflicto interno ante este film, que no tengo mucho que comentar ni bueno ni malo. La última cosa que resaltaría es la fotografía de Robert Richardson, que con lo que tiene hace todo lo que puede y consigue resultados, luciendo esos escenarios de costa, mar e isleños bien bonitos.

Si tenéis curiosidad, id a verla. Si os gusta particularmente los intérpretes protagonistas, id a verla. Por motivos así, guay. Si no… tampoco pasa nada por verla en casita bien cómodos cuando salga en formato doméstico o VOD. Aunque la historia en sí, lo que sucedió de verdad, merece vuestra atención.

Crítica: Dani Pereira

Imagenes proporcionadas por la distribuidora.