Crítica American Pie: El Reencuentro

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Mismos ingredientes, diferente sabor

 ★★★☆☆ 

Con noticias cada semana de que existe una nueva secuela de algún clásico del cine o intentos por resucitar alguna producción exitosa, es que tenemos la séptima película de la serie del famoso pastelillo. Y por más que intenten decir que no cuentan las tres secuelas que se fueron directamente al DVD, eso no les impidió incluir ‘American Pie’ en el título. Pero existe cierta tranquilidad en saber que en esta ocasión el elenco de la primera cinta esta presente, aun cuando el guionista Adam Herz, autor de la trilogía original, no tiene nada que ver en el asunto.

Son trece años desde que los hormonientos adolescentes se graduaron y es tiempo para un reencuentro porque no pueden esperar a los 15 o veinte años para que sea más apropiado. Sin necesidad de introducciones, la primera escena nos da un claro ejemplo de lo que nos espera, la misma que aparece en los trailers con Jim (Jason Biggs) y Michelle (Alyson Hannigan) divirtiéndose. Estas películas nunca han reprimido el deseo de utilizar bromas de mal gusto, diálogos explícitos sobre el acto físico del amor, ni mucho menos en el aspecto visual de no mostrar más de lo que deben, así que pueden estar tranquilos que la tendencia continua y por lo tanto los fanáticos podrán estar satisfechos.

Algo de lo que puede presumir esta saga sobre el resto de este tipo de comedias, es la simpatía que logran transmitir los personajes a pesar de sus actitudes algo pervertidas. Por eso resulta grato volver a ver todo el grupo de amigos juntos de nuevo, aunque toda la película funcione como una actualización de perfiles y no tanto como un intento por profundizar en el desarrollo que han tenido este grupo de ahora treintañeros, ni mucho menos ser un evento que cambie profundamente sus vidas.

La mayor satisfacción que nos ofrece el guión de Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg, son las situaciones extremas que acechan de nuevo al pobre de Jim y que contrastan con las escenas por parte del resto del elenco con diálogos de sentimientos pasados sin ninguna relevancia. Nada peor que soportar la subtrama de Oz (Chris Klein) con Heather (Mena Suvari) en una continuidad de escenas que no provocan el efecto deseado. Tampoco, queda duda de que esta es una secuela que depende demasiado del conocimiento de la audiencia y el sentimiento de nostalgia para que funcione, por lo tanto no se que tanto éxito pueda tener con el iniciado, más cuando no existen muchas explicaciones.

Toda la película esta elaborada con retazos de sus antecesoras para crear algo entretenido que no propone nada nuevo para la saga. Se vale demasiado de los personajes como Stifler (Seann William Scott) para continuar con los chistes juveniles, como si los años no hubieran transcurrido y hasta su carnívora madre al parecer quedo atrapada en su habitación en alguna anomalía temporal. Si acaso, se les agradece a los guionistas que hayan hecho un buen uso de los personajes creados por Adam Herz, uno no puede ignorar que las situaciones cómicas que se presentan están al borde de la incredulidad, al seguir pretendiendo que el grupo de amigos todavía son uno pubertos.

Lo más importante es que el objetivo de hacernos reír se cumple, aun cuando ni con tanta nostalgia, logra recapturar la experiencia vivida por los personajes en aquel lejano 1999.

Trailer  American Pie: El Reencuentro