Gracias a nuestros amigos de Sensacine, tuvimos la oportunidad de asistir a un preestreno muy especial en Kinépolis. "American Pie: el reencuentro" incide nuevamente en los mismos chistes, misma jerga de neuronas excitadas y bromas reconocibles mil veces en los títulos que la precedieron. ¿Entonces en qué la diferencia del resto? En su punto nostálgico.
Entre carcajada y carcajada, el poso nostálgico se va adueñando de la película. Se respira madurez, algo que todos quieren evitar hablar pero cuyos actos les delata. Comentarios tales como "antes no me sentaba tan mal el alcohol", "esta fiesta está llena de parejitas", "en mi época no había móviles", etc. nos recuerdan que el tiempo no pasa en balde.
Pero no nos engañemos, esta cuarta película de la saga (hay otras cuatro películas más pero no con los intérpretes originales) vuelve a insistir en el mismo humor sexual y políticamente incorrecto que le ha caracterizado. Los seguidores de la saga disfrutarán de "American Pie: el reencuentro", aunque lamentablemente en ese sentido haya perdido algo de frescura y no consiga reinventarse tal y como debería.
Resulta curioso conocer qué fue de cada uno de ellos, cómo sus vidas fueron cogiendo distintos caminos. Parecía en el instituto que te comerías el mundo, y cuando creces la dura realidad te da un bofetón. Jim, casado y con un hijo, es infeliz con su vida sexual, Finch cuenta una vida idílica, Stifler es la "puta" de un ejecutivo, Ostreicher es una estrella de la tele pero con una novia destructiva y Kevin vive un matrimonio aburrido con una persona con la que no comparte ningún hobbie.
En definitiva, "American Pie: el reencuentro" no defraudará a sus más fieles seguidores pero los más críticos tendrán que reconocer que ha perdido algo de chispa y que siempre "cualquier otro tiempo fue mejor".
Aquí os dejo el tráiler:
José Daniel Díaz