Crítica cinematográfica: Fausto

Publicado el 10 julio 2012 por Monotematicosfm @curnom



No hace mucho que la revista Cahiers du Cinema España se unió a Cameo para sacar una línea de películas invisibles, aquellas que en teoría llegaban a nuestras pantallas pero que nunca teníamos realmente la ocasión de ver. Esta iniciativa terminó cuando la revista dejó de llamarse como la prestigiosa revista francesa y pasó a tener el título de Caimán Cuadernos de Cine, pero si esta unión se hubiese mantenido a día de hoy, la última película de Aleksandr Sokurov, Fausto, posiblemente habría acabado en esta colección. La película del director ruso llegaba a nuestro país avalada por el León de Oro del Festival de Venecia, aunque también por una gran cantidad de críticas negativas. Aunque muchos no tuvimos ocasión de verla, ahora se nos brinda la posibilidad con la edición en DVD.
Fausto relata la leyenda alemana en la que un doctor durante el siglo XIX vende su alma al Diablo, adaptando la narración de Goethe.
Fausto avanza como un torrente, no tiene prácticamente un momento de descanso, los acontecimientos se suceden de forma atropellada y sin pausa, como si se tratase de un sueño. Fausto cree en el alma, en que tiene que existir algo más que el propio cuerpo, mientras que parece moverse en un mundo terrenal y materialista, de personas desencantadas que dejan de creer en la espiritualidad y también en Dios. No obstante Fausto no cejará en su búsqueda. Estará acompañado durante casi toda su historia por un personaje repugnante y deforme que hace las veces de Mefistófeles, aunque nunca llega a estar identificado como tal.
Un formato de imagen reducido y una fotografía muy tratada otorgan a la película un carácter de lienzo, y marca aún más la repugnancia de las calles del siglo XIX, además de ayudar a la sensación de asfixia de la cinta. La idea en sí tiene muy buena pinta, pero el resultado final dista muchísimo de esto. Sokurov se pierde completamente en un mar de retórica, se empecina tantísimo en que cada fotograma de su obra contenga tal cantidad de lecturas que termina por resultar insoportable. Las metáforas que oculta dan lugar a situaciones ridículas y en ocasiones muy estúpidas, por lo que el producto que vemos finalmente no parece completo, parece estar hecho a retazos, es algo muy irregular.
Fausto es terriblemente pretenciosa. Cuando se opta por lo pretencioso ya no existen los términos medios, o conseguimos una gran obra, como El árbol de la vida, o el batacazo es tal que el resultado es nefasto, como es el caso de Fausto. Trata de escudarse en su complejidad, sobrecarga tanto la película que el proceso de descifrar su contenido no es tarea fácil. De esta forma, el espectador, al sentirse abrumado, se ve en la necesidad de valorarla positivamente, pues de lo contario podría acusársele de no haber entendido lo que trata de mostrar.
En cuanto a la edición en DVD ya nombrada tenemos que comenzar dándole las gracias a Cameo por editar películas tan raras. Los extras son nulos, y el formato de imagen es el exigido por el director, pero la calidad de imagen es algo insuficiente para lo que esta película requeriría, tal vez una edición en Blu-ray sería lo acertado, pero si ya va a tener pocas ventas en DVD mejor no imaginarnos las que tendría en el nuevo formato de alta definición.
Fausto da la impresión de ser una parodia de las películas de autor, es una gran nada recubierta de mucha parafernalia vacía, es un traje nuevo del emperador. Resulta soporífera, aburrida y bastante tonta.