Alguno de los temas más recurrentes en la filmografía del director francés Alain Resnais son los desastres que produce la guerra y la utilización de imágenes documentales. En Hiroshima Mon Amour consigue una perfecta unión de estas dos ideas, además de la profundidad psicológica de dos personajes sin nombre. Esta es para mucho su mejor película, un retrato de la Hiroshima marcada por la guerra y de un idilio imposible.
Ella es una actriz francesa que va a Hiroshima a grabar una película. A él, japonés que vive en Hiroshima, lo conoce una noche y se acuestan. A la mañana siguiente ella le dice que le quedan veinticuatro horas en Hiroshima, ambos se aman, pero saben que lo suyo es completamente imposible.
En el primer cuarto de hora del filme se nos muestra de una forma casi onírica el retrato de la ciudad que da título a la obra. La ciudad destrozada por los ataques, cientos y cientos de personas arrastrándose moribundas por el suelo, personas calcinadas, desfiguradas de por vida. Lo que dejó tras de sí el impacto de la bomba. Todo esto nos lo muestra mediante imágenes documentales, asegurándose del impacto que provocará en el espectador. Recuerda a las desagradables e impactantes imágenes que ya mostró en su mediometraje documental Noche y niebla.
Durante todo este recorrido la voz de ella dice que conoce Hiroshima, y la de él insiste que ella no ha visto nada de la ciudad. Ella, occidental, cree saber perfectamente el desastre acaecido en Japón, pero solo lo sabe mediante lo que ha visto en la televisión, lo que leyó en los periódicos. Cree estar perfectamente enterada, pero tan solo lo ha hecho mediante la distancia y con la pasividad de la que no se ve afectada por un desastre.
El impacto de estas imágenes reales se acentúa aún más cuando vemos los decorados y el maquillaje de la película en la que ella trabaja. Así que desde el principio intenta hacer un alegato contra la poca implicación de los que ven un desastre desde fuera. Él quiere volver a verla, pero ella se niega. Esto podría interpretarse como el intento de huir de alguien que ya cree haber ayudado en los horrores de Hiroshima, pero pronto esto cambiará. Ella se pierde durante unos segundos en un espectáculo callejero y se buscan desesperadamente, se aman, se necesitan.
No tardamos en introducirnos en la psicología de ambos personajes. Ellos están casados, pero se necesitan el uno al otro. Él está dispuesto a seguir con ella, admite estar completamente enamorado. Ella se niega a aceptar sus sentimientos, y terminaremos por descubrir sus razones. Ella ya tuvo un amor imposible, y no quiere olvidarlo, si admite que siente lo mismo por él estará dejando de lado aquel primer idilio. Finalmente ambos personajes que no han tenido nombre nunca durante la película se dan el nombre de sus respectivas ciudades, él Hiroshima, ella Nevers.
Hiroshima Mon Amour es una película profunda, poética, bella y que merece la pena ver con tranquilidad y una mentalidad abierta y analítica.