A lo largo de sus ocho largometrajes, Christopher Nolan ha conseguido un amplio número de seguidores y un grupo, casi tan grande como el primero, de detractores. Si bien la ceguera de los devotos recalcitrantes que veneran cualquier cosa que realice el director es estúpida, también hay que reconocer lo geniales que pueden llegar a ser algunas de sus películas. De la trilogía de Batman de la que tanto se ha hablado a día de hoy, y que supone un punto importante dentro de la filmografía de Nolan, solo podemos salvar con todos los honores la segunda entrega, El caballero oscuro, mientras que Batman Begins y El caballero oscuro: la leyenda renace se la pegan con todo el equipo, en especial esta última, ya que repite los errores de los que parecía haber aprendido. Del resto de sus películas hay dos más que son excelentes filmes, la inteligente Origen y la que nos ocupa en esta ocasión: Memento.
Tras recibir un fuerte golpe en la cabeza tratando de salvar a su esposa de un asesino, Leonard tiene una extraña enfermedad que le impide generar nuevos recuerdos, todo lo que vive tras el accidente lo olvida al cabo de unos pocos minutos. Pese a su dolencia, Leonard buscará venganza para su difunda esposa, aunque no le será fácil hacer de detective cuando toda la información que obtiene la olvida rápidamente. No podrá confiar en nadie más que en su propio instinto y en los tatuajes que tiene por todo su cuerpo en los que se apunta los datos que va descubriendo.
La ópera prima de Nolan fue Following, película interesante y poco más, en la que la historia estaba completamente desordenada sin ninguna razón de ser. A esta la siguió Memento, que supone un complejo rompecabezas cuya acción se rompe en dos líneas, una en blanco y negro que va hacia delante y otra en color que va hacia atrás, de esta forma el final del film será justamente la mitad del relato. En esta ocasión este desorden está perfectamente justificado, recibimos la información como lo haría el protagonista, se busca mucho la subjetividad en este aspecto, jamás sabemos lo que ha ocurrido con anterioridad. El guión es inteligente, ágil, y el montaje en esta ocasión efectivo y ajustado a las necesidades narrativas.
La originalidad está sobrevalorada a día de hoy, se hacen muchas películas horribles que no tienen sentido alguno con el pretexto de la originalidad. Pero en esta ocasión hemos de reconocer la idea innovadora de Nolan y de como ha sabido llevarla a buen puerto. El producto final es excelente, una película bien hilada, con giros argumentales que no resultan truculentos ni tramposos, bien llevada a todos los niveles, desde dirección hasta montaje e interpretación, aunque claro está, destaca especialmente a nivel de guión, estupendamente construido y articulado.
Avalon ha editado recientemente una edición en DVD y Bluray con mejor calidad y más extras de esta película. Con la calidad que nos proporciona el DVD ya tenemos suficiente, pero para aquellos más sibaritas y adeptos al cine de Nolan puede que les interese la edición en Bluray. Entre los extras encontramos un making of, un par de entrevistas a Nolan (una de ellas realizada por Guillermo del Toro) y el guión completo de la película con su lectura. Una edición muy cuidada y recomendable, aunque se agradecería que la edición en Bluray tuviera ambos discos en este formato, y que el disco de extras no esté en DVD.