Crítica cinematográfica: Pitfall

Publicado el 14 diciembre 2011 por Monotematicosfm @curnom


Hiroshi Teshigahara es uno de los grandes directores de la historia del cine que han sido olvidados injustamente hoy día por gran parte del público. Su filmografía es bastante reducida, pero durante los años 60 llegó a producir algunas obras de un gran valor, el mejor de todos estos ejemplos sería La mujer de las dunas. En esta ocasión no hablaré de una de sus mejores películas, aunque todo se andará ya que tiene verdaderas obras maestras en su haber.
En Pitfall, Otoshiana en el original, se nos cuenta una extrañísima historia con toque de Kafaka. Un minero y su hijo llegan a un pueblo aparentemente abandonado en busca de trabajo. Allí, el padre es asesinado por un hombre que viste enteramente de blanco. A la única testigo del crimen el asesino le paga para que describa a la policía a alguien que no se le parece en nada. El fantasma del muerto se levanta y deambula por la ahora poblada ciudad abandonada. La investigación policial termina por llegar hasta un hombre que es exactamente igual que el fallecido. Todas las líneas empiezan a liarse y a complicarse poco a poco.
Sin duda alguna no es el mejor de sus filmes, ni tampoco una de sus mejores colaboraciones con el escritor Kôbô Abe. El guión es errático y no termina de encajar, sus delirios quedan como algo difuso y desordenado, no termina de tener una verdadera cohesión en sí el argumento. Por otra parte, la dirección del director japonés es admirable, consigue plasmar un ambiente sórdido y desasosegante.
Si parece haber una constante en el cine de Teshigahara esa es la de la creación de un mundo en el que todos los personajes que deambulan por él son egoístas, primitivos y despreciables. Tal vez el que se escape más a la idea de despreciable sea el protagonista de La mujer de las dunas, pero en The face of Another o Pitfall esto se cumple claramente.
El pulso de Teshigahara tras la cámara es el de un verdadero genio, y pese a las carencias de la película en cuanto a guión y demás consigue levantar una obra bastante digna. Merece la pena darle una oportunidad para admirar el dominio del director sobre su obra y empezar a indagar en un artista tremendamente interesante.