Crítica cinematográfica: Prometheus

Publicado el 27 agosto 2012 por Monotematicosfm @curnom



Ridley Scott es el responsable de cintas tan excelentes como Alien o Blade Runner, brillantes y rompedoras dentro y fuera del género de la ciencia ficción. Dentro de su filmografía podemos encontrar otras películas estimables, sin llegar nunca a la calidad de las dos anteriormente mencionadas; y también podemos encontrar una gran cantidad de películas de dudosa calidad como la decepcionante Gladiator. De lo que podemos extraer de estas ideas es que el género en el que Scott se siente más cómodo posiblemente sea la ciencia ficción, esto acompañado de un vacío creativo que parece estar sufriendo le ha conducido a regresar a su película más conocida que ya se convirtió en saga gracias a la aportación de muchos otros directores: Alien. En esta ocasión el título cambia, y la película se sitúa antes de lo acontecido en la saga para desvelarnos los orígenes de la criatura, Prometheus aparenta ser de entrada más pretenciosa de Alien, por lo tanto el batacazo será aún mayor.
Una pareja de científicos realiza un importantísimo descubrimiento para la ciencia. En diferentes imágenes realizadas por pueblos antiguos se ha encontrado una figura recurrente que sostiene tres esferas. Estas coordenadas llevará a la nave Prometheus a un lejano planeta antes no investigado por el hombre. El objetivo es encontrar a esa especie que sospechan son los creadores de la raza humana. Al llegar allí encuentran una enorme montaña hueca en la que habitan unos extraños seres, algo bastante alejado de lo que esperaban encontrarse.
La primera hora de película es admirable, sin llegar a la calidad de Alien consigue mantener la esencia de la primera entrega, es intrigante, terrorífica e hipnotizante, la tensión va creciendo poco a poco en la pantalla y en todos los espectadores que la visionan. El inquietante robot (excelentemente interpretado por Michael Fassbender), el cadáver decapitado, los túneles con atmósfera, la sala de la gran cabeza, las vasijas que exudan, todo empieza muy bien ante la sorpresa del espectador escéptico, pero todo se derrumba estrepitosamente. En cuanto uno de los tripulantes enferma y muere a las puertas de la nave todo se saca de quicio. Los infectados por los marcianos son violentos y deformes como si se tratasen de zombies desquiciados, no terminan de quedar claras las diferentes etapas del marciano, ni de las consecuencias que cada uno de estos puede provocar en el organismo humano. Todo se convierte en una burda película de acción mal llevada, con pretensiones de ser más profunda de lo que realmente es. Los personajes son horribles y estereotipados, que no estaría mal si no estuviera tan mal resuelto en el guión el desarrollo de los personajes.
Como dice Lawrence de Arabia y repite David, el robot, "el secreto está en que no te importe que te duela". Posiblemente esta sea la clave para conseguir disfrutar parte de Prometheus. Debemos olvidar Alien, abstraernos de todo lo anterior y que no nos importe que Scott desvirtúe su propia obra. Pero todo tiene un límite, y este truco solo nos sirve para poder soportar la primera parte. La segunda mitad se vuelve excesivamente errática, estúpida, llega a ser insoportable, eterna, parece que no va a terminar jamás, y te tortura aparentando que va a poner punto final cuando realmente no lo ha hecho aún. No hay que ir bajo ningún concepto buscando un heredero digno de Alien, sencillamente hay que ir con las menos expectativas posibles y así podrá salvarse parte del film.