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Crítica cinematográfica: Sentido y sensibilidad

Publicado el 26 mayo 2012 por Monotematicosfm @curnom

Crítica cinematográfica: Sentido y sensibilidad
Son muchísimas las adaptaciones cinematográficas que se han realizado de las novelas de Jane Austen, y muchas de ellas son insoportables y no consiguen captar el universo que la escritora plasma excelentemente en sus libros. En el caso de la adaptación de Sentido y sensibilidad nos encontramos, si no ante la mejor de todas las que se han hecho sobre la obra de Austen, sin duda sí entre una de las mejores.
Un hombre rico muere y deja a su hijo primogénito en herencia su gran casa donde vive la viuda y sus tres hijas, viuda que es madrastra del primogénito y cuyas hijas son hermanastras de este. La condición para este reparto es que el hijo se encargue de las mujeres monetariamente, pero esto no ocurre así. Las mujeres deben abandonar la gran casa y mudarse a otra en la que son invitadas. La historia gira alrededor de dos de las tres hermanas, las dos mayores. Una de ellas es todo pasión, demuestra sus sentimientos sin ninguna impunidad, mientras que la otra es más recatada, seria y cauta. Ambas tendrán que afrontar turbulentas relaciones amorosas.
La pulcritud con la que el director Ang Lee consigue adentrarnos en el mundo de Austen es impecable. Pese a ser Taiwanés, Lee no tiene un estilo de realización oriental, sino que mucho más occidental. De esta forma consigue adaptarse al proyecto y mimetizarse, adoptando un estilo de dirección muy británico y preciso. El ritmo narrativo es excelente, y el perfil de todos los personajes está magníficamente desarrollado. Curiosamente el guión ha sido escrito por Emma Thompson, que le valió un Oscar y que por su puesto quiso quedarse con el papel principal de la cinta.
Los actores están soberbios, en especial las dos mujeres protagonistas, Thompson y la siempre espléndida Kate Winslet, y Alan Rickman, más conocido a día de hoy por interpretar a Snape en la saga de Harry Potter. En un reparto lleno de caras conocidas, Tom Wilkinson realiza el brevísimo papel del padre moribundo al inicio, incluso el horrible Hugh Grant, actor nefasto e insoportable a partes iguales, consigue encajar como poquísimas veces lo ha hecho en su carrera. El papel le viene como anillo al dedo e incluso sus estúpidos tartamudeos que jamás puede eliminar ayudan a la formación del personaje.
Divertida y muy interesante, sus extensas dos horas y pico se pasan con rapidez y deja muy buen sabor al saber que hemos visto una muy correcta película. 
Crítica cinematográfica: Sentido y sensibilidad

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