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Crítica cinematográfica: Un método peligroso

Publicado el 29 noviembre 2011 por Monotematicosfm @curnom

 Crítica cinematográfica: Un método peligroso
Por lo general, la inmensa mayoría de los filmes realizados por David Cronenberg son repugnantes hasta llegar, e incluso sobrepasar, el mal gusto. Por suerte para los espectadores, esta insoportable tendencia ha pegado un brusco cambio en sus últimas tres producciones. Todas ellas tienen, aparte de lo ya citado, un denominador común, y es al actor Viggo Mortensen entre sus filas. Cronenberg ha conseguido extraer del actor que se dio a conocer definitivamente como Aragorn, sus mejores actuaciones sin lugar a dudas.
Esta última película, Un método peligroso, nos cuenta la turbulenta relación entre el psicoanalista Carl Jung y Sabrina Spielrein, primero como médico-paciente y posteriormente como amantes. Paralelamente a estos sucesos vemos como se desarrolla la amistad entre Jung y Sigmund Freud, y el nacimiento del nuevo psicoanálisis.
Siguiendo lo anteriormente comentado, bien cabría esperar que el papel protagonista, el de Carl Jung, recayese sobre Mortensen, pero no es así en este caso, él interpreta a Freud, mientras que un magistral Michael Fassbender se encarga del personaje principal. Cierra el trío protagonista la conocida Keira Knightley. Si por algo brilla esta película es sin duda por los actores, la creación de los personajes y como estos se relacionan entre sí.
Viggo Mortensen y Michael Fassbender están fantásticos como los dos psicoanalistas. Jung tiene su punto de indecisión, que lo impulsa a contemplar en un principio todo lo que le exponen, y su soberbia que lo arrastra directamente a empecinarse en lo que considera más correcto. Por otro lado, Mortensen consigue imponerse con una presencia magnética y embelesadora que logra convencer a sus interlocutores de sus ideales. Casi podríamos asegurar que Fassbender consigue imponerse incluso sobre Mortensen.
Como no todo podía ser perfecto, Knightley no está en absoluto a la altura de los otros dos monstruos de la interpretación. Su papel se presta mucho a excesos en la actuación, y efectivamente ella no tarda en desmandarse. Spielrein parece una psicópata incurable, con repetir una serie de tics nerviosos, Keira ya cree estar creando al personaje, mientras que el resultado es algo demasiado plano.
La dirección da un corte muy clásico a las imágenes que se nos presentan, y la banda sonora de Howard Shore, sin ser magistral, ayuda aún más a este impacto. Cronenberg consigue el comedimiento que la historia necesita. Algunos diálogos son claramente de quitarse el sombrero, y por lo general el guión es bastante sólido.
El balance final es bastante positivo, si bien he escuchado algunas críticas algo frías con respecto a este film, a mí me ha parecido realmente interesante. 


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