Crítica cinematográfica: Winchester 73

Publicado el 19 abril 2012 por Monotematicosfm @curnom



Anthony Mann está considerado uno de los grandes directores de la historia del western. Películas como Horizontes lejanos se han hecho un hueco en algunas listas de las consideradas mejores películas de la historia del cine. Pero si tuviésemos que hablar de cual de sus obras es la más representativa y conocida de dicho autor posiblemente deberíamos decantarnos por Winchester 73.
En Winchester 73 se nos cuenta la historia de un rifle del modelo que da título a la película. Este excelente rifle comienza siendo el premio en un concurso de tiro. Cuando lo gana el honrado Lin McAdam, interpretado por el siempre enorme James Stewart, su archienemigo Dutch Henry se lo arrebata en una pelea. Lin comenzará de esta forma un viaje para poder recuperar su trofeo y conseguir ajustarle las cuentas que tiene con Dutch desde hace muchos años. El rifle irá pasando de mano en mano, Dutch deberá venderlo a un comerciante de armas, al comerciante de armas se lo arrebatarán los indios, lo cogerá un sargento de la caballería, y así sucesivamente hasta que el desesperado Lin pueda volver a recuperarlo.
Winchester 73 es de 1950, un par de años antes que Horizontes lejanos, y aunque ciertas ideas acertadas se nota que están empezando a ser gestadas en esta obra, no será hasta la obra cumbre del 52 que todos los aciertos acabarán ultimándose y coincidiendo. La violencia no llega a ser tan dura como en Horizontes de grandeza, pero sí que resulta en ocasiones bastante contundente, como cuando un soldado de la caballería muere junto a otro, interpretado por Tony Curtis, y este segundo tan solo lo aparta a un lado y continúa con los disparos. Esa forma de afrontar los duros acontecimientos, aceptando que están en un terreno peligroso, y que la muerte es algo que está presente en todo momento, resulta muy impactante.
Por otro lado, muchas constantes del género están presentes en esta obra, como es el ejemplo de la última bala. Lola Manners, interpretada por Shelley Winters, pide un revolver, y asegura que ya sabe usarlo, incluso la utilidad de la última bala. Efectivamente todos sabemos la función de la última bala, para el suicidio, para poder escapar de algo que es mucho peor que la muerte como es en este caso caer en manos de los indios.
Resulta curioso que el protagonista de esta película sea concretamente el rifle, ese artilugio que va pasando de mano en mano y que Lin busca por todas partes. Si bien no estamos ante una obra tan excepcional como era la grandiosa Horizontes lejanos, igualmente estamos ante una estupenda cinta del género, apasionante y excelentemente llevada a la gran pantalla.