Crítica | “Ciudades de papel”, camino a la vida adulta

Publicado el 05 agosto 2015 por Pandora Magazine @PandoraMgzn
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Ficha técnica | Título original: Paper Towns. Director: Jake Schreier. Guión: Scott Neustadter, Michael H. Weber (Novela: John Green). Reparto: Nat Wolff, Cara Delevingne, Halston Sage, Austin Abrams, Jaz Sinclair, Meg Crosbie. Género: Comedia romántica, Drama. Duración: 109 minutos. Año: 2015. País: USA. Fotografía: David Lanzenberg. Música: Ryan Lott. Productora: Fox 2000 Pictures, Temple Hill Entertainment. Distribuidora: Hispano Fox Film.

Con producciones como “Los Juegos del Hambre”, se nota que la literatura juvenil está de moda en Hollywood. Después del éxito de “Bajo la misma estrella”, la industria adapta otro de los títulos de John Green: “Ciudades de papel”, un grupo de jóvenes pasan sus últimos días de instituto, el fin de una etapa que Quentin, el protagonista del filme, vivirá estrepitosamente al involucrarse en una inesperada aventura con Margo, su misteriosa vecina.

Quentin, está pérdidamente enamorado de Margo, una joven amante de la aventura y que repele aquellos estándartes de la sociedad que establecen una vida tranquila y monótona. Tras una noche en la que ambos efectuan una venganza pensada por la adolescente, ésta se fuga. Quentin comienza a seguir las pistas que deja Margo, lo que conllevará un viaje tanto físico, como emocional junto a sus mejores amigos, Ben y Radar.

Charlie Lyne en su vídeo ensayo “Beyond Clueless” (2014) propone una visión ácida sobre el cine sobre adolescentes.  El autor mira con lupa películas que a priori estan producidas para mero entretenimiento y  las cuáles no subyace ningun mensaje enrevesado.

Si ojeamos con la misma sutileza que Lyne “Ciudades de papel”, asistimos a un filme que representa a un joven responsable, Quentin, enamorado de su vecina, una adolescente desatada y rebelde, Margo. Dos estereotipos que a menudo se representan al contrario con películas como “Alguien como tú” (Robert Iscove, 1999) en la que la chica es la cerebrito y el chico es el popular y ser inalcanzable, al igual que Margo, interpretada por Cara Delevigne, la modelo –ahora, también actriz– es uno de los personajes más mediáticos de la actualidad. Realmente, no sabemos mucho de ella, pero nos engancha su enigmático mundo desde el principio del filme. Es una adolescente alternativa, independiente y con una marcada personalidad. Delevingne aparece tan sólo al inicio y al final de la historia,  esta estrategia nos sirve para idealizar al personaje, igual que hace el protagonista, Quentin.

Pese a que la película se centre en el amor que siente Quentin por Margo, al final de la historia predomina la idea de la amistad por encima del enamoramiento. “Ciudades de papel” se posiciona más como una aventura de amigos(con tintes de road-movie) que como una comedia romántica. Los protagonistas, la versión edulcorada de McLovin y compañía en “Supersalidos” (Greg Mottola, 2007) , viven el cambio de una etapa, de la estabilidad del instituto a la novedad y en ocasiones, el temor, de la universidad.

En muchos filmes sobre la adolescencia, la idea de la amistad está en segundo plano, el amor y su conquista ocupa el peso de la película.  Aunque en “Ciudades de papel” comience con la misma idea, al final reflexiona sobre lo que nos empeñamos en vivir y en lo que realmente vivimos. Cómo las personas que permanecen a nuestro lado son las realmente importantes y no las que nos empeñamos en introducir en nuestro mundo.

La banda sonora también se encarga de enriquecer la historia al ritmo de Santigold o Sam Bruno. Todos los elementos posicionan  al filme a medio camino entre la comedia loca, como “American Pie” (Paul Weitz, 1999) o las ligeras comedias románticas, como “Clueless (Fuera de onda)” (Amy Heckerling, 1995).

“Ciudades de papel” constituye una propuesta amena y entretenida para el circuito comercial de la industria.

Crítica: Ana Martínez