Entretenido reciclaje
★★★☆☆
En un mundo donde cada vez es más frecuente el reciclaje de ideas, conceptos y películas. Ahora es el turno de la serie de televisión que dio inicio a la carrera del ya legendario Johny Depp, para ser víctima de una nueva versión que nadie solicitó. Simplemente por tal hecho, ya debería de ser sacrificada a los lobos y dejarla morir en el olvido, pero da gusto que al menos alguien tenga el sentido de humor para sobrellevar lo obvio de esta producción, brindándonos entretenimiento y algunas nada despreciables risas.
Un punto muy a favor, es que sólo piden prestados algunos elementos que reconfiguran el motivo serio y dramático de la serie, a uno de comedia. En ningún momento pretende imitar, se toma la libertad de mofarse de lo ridículo que resultan adultos pretendiendo ser estudiantes y prácticamente nos indica los estereotipos del género de acción policiaca que hemos sido expuestos en repetidas ocasiones. Por eso es más agradable de lo que uno hubiera imaginado, al no pretender ser una gran obra, si no una copia con la misión de divertir.
Schmidt (Jonah Hill) y Jenko (Channing Tatum) son dos jóvenes agentes de policía que por su incompetencia son transferidos a un programa desaparecido de los años ochenta, donde agentes se infiltran en una escuela como estudiantes. Su misión es localizar al principal proveedor de una nueva droga sintética que hace de sus usuarios verdaderas estrellas de algún video de You Tube. Hasta se nos indica cuales son las etapas que recorren los adictos que van desde la alegría, alucinaciones y hasta complejos de superioridad.
Nada sorprendente es que ambos agentes encubiertos no sean tan iluminados, entonces pueden deducir que es el tipo de comedia en donde los protagonistas se la pasan de enredo en enredo, con las típicas situaciones banales que viven los adolescentes norteamericanos. Mucho ayuda que el libreto de Michael Bacall y Jonah Hill le impriman cierta frescura al alejarse de lo común, dándonos una actualización de lo que es la vida escolar, sin ser tan educativo para asfixiarnos con moralejas.
El sentido de humor no es muy especializado que digamos, al tener algunos chistes que no son de muy buen gusto. Eso de utilizar el vehículo germinador masculino en al menos cinco ocasiones, es un grito desesperado de que no hay ideas, pero es la fortaleza del dúo de actores que logran hacer que tan siquiera esos instantes te saquen una sonrisa.
Creo que la mayor duda no era el actor nominado al Oscar de Jonah Hill, si no Channing Tatum y sus habilidades a la hora de hacernos reír. Sin muchas referencias, ya me estaba preparando para otra insípida pareja de actores sin química alguna, que por fortuna resultó todo lo contrario. Sin mucho esfuerzo, ambos resultan ser el perfecto complemento uno del otro y sin necesidad de escenas forzadas para hacernos que nos importen.
Tenemos algunas secuencias de persecución que rellenan el tiempo de duración, nada espectacular que nos haga gritar de emoción. Si acaso, de nuevo se recicla la crítica a las ridículas explosiones de objetos que no tienen nada de inflamable y que inexplicablemente salen volando por los aires.
La premisa es absurda, las situaciones recicladas y sinceramente es más basura hollywoodense. Es puro entretenido cine chatarra.