Crítica: Cruce de caminos ('The Place Beyond the Pines')

Publicado el 16 septiembre 2013 por Pensandoenblogalta @pensandoblog
 Si corres como un rayo, te estrellarás como un trueno
Un misterioso y mítico piloto de motos, Luke (Ryan Gosling), sale del carnaval ambulante Globe of Death y recorre como un relámpago los callejones de Schenectady (Nueva York). Allí da con Romina (Eva Mendes), una antigua amante que acaba de dar a luz, en secreto, a su hijo. En un intento de mantener a su nueva familia y ser un padre, Luke abandona su vida en el carnaval y comete una serie de atracos de banco aprovechando su increíble habilidad con la moto. Todo se complica cuando en el camino de Luke se cruza un ambicioso oficial de policía, Avery Cross (Bradley Cooper), que busca ascender rápidamente en un departamento policial lleno de corrupción.
--- ¿Quién es el malo? Es la pregunta constante y silenciosa que me repetía a lo largo de la película 'Cruce de caminos' y, tras días del visionado, continúo sin darle respuesta. Una película como la vida misma, donde las personas no son muy buenas o muy malas, si no que son las circunstancias y las necesidades las que pesan sobre las decisiones, poniendo de manifiesto la facilidad con la que se puede llegar a corromperlas. Esto es lo que plantea Derek Cianfrance en su última película, que recomiendo que veas sin prisas. Si no es así olvídate, ya que nos encontramos ante una película lenta, muy lenta, con casi dos horas y media de metraje, que se pueden hacer densas e incluso aburridas para los impacientes. Quien avisa no es traidor. En mi caso fueron dos horas y media en las que disfruté de sobremanera la forma que tiene Cianfrance de narrar, de hacer nuestros sus personajes, de sentir y sufrir con ellos, pero claro, yo es que ya venía preparada su anterior película, 'Blue Valentine'.  

La cinta nos presenta a Luke Glanton, con pasado trágico y de profesión arriesgada, motorista acrobático, rompecorazones, lo que se conoce como un 'balaperdida'. Siempre pensando en él y en su beneficio, aparece de nuevo en su vida Romina (Eva Mendes), un antiguo amor, y se entera de que acaba de dar a luz a su hijo, trastocando de pleno su vida. Así, deja el circo ambulante para ofrecer un futuro mejor a su nueva familia. Quiere cambiar, hacer las cosas bien, no como lo hizo su padre. Decide ponerse a robar bancos y no le va nada mal, dada su gran habilidad para las motos, que le permite huir sin problemas. Sin embargo, su fuerte personalidad, el pasado y la fatalidad del destino siempre acaban arruinándolo todo, en el clásico esquema del antihéroe.

Ryan Gosling es quien da vida a este motero y no se me ocurre otra persona mejor para hacerlo; un personaje violento, inexpresivo y que trata de hacer las cosas bien, pero a su manera. Y es que no sabemos si el papel fue escrito directamente para él, pero Gosling sabe lo que le va y es en este tipo de papeles donde el actor está soberbio, donde su sola presencia llena la pantalla, como ya ocurría en 'Drive'. Así, tenemos una de las mejores escenas, los primeros minutos de la película, donde Luke camina entre la gente con su chupa de cuero roja, dispuesto a dar lo mejor de sí mismo en el espectáculo de motos.

En su camino se cruzará Avery Cross, un policia novato interpretado por Bradley Cooper, un actor que no deja de sorprenderme. Ya en el 'Lado bueno de las cosas' Cooper dejó claro que valía para algo más que resacas en las Vegas y en esta cinta se reafirma. El actor está sublime en quizás uno de los mejores papeles que ha tenido entre las manos, llenando de forma desgarradora todos y cada uno de los planos, olvidando así el estremecedor vacío de Gosling cuando éste no está en el plano. Su personaje, complejo, presenta a una persona buena que se ve influenciada por sus compañeros, policías corruptos. No es el camino que Cross quiere seguir, pero no tiene más remedio que dejarse arrastrar si de verdad quiere cumplir su meta, llegar a la política. No obstante, el demoledor peso de la culpa caerá sobre él.
Por último, la cinta muestra a los dos hijos de los protagonistas, que aunque quizás para alguno esto pueda ser un poco como 'rizar el rizo' es sin duda clave, ya que converge en la escena del hijo de Glanton y el policía, en el bosque, y que da título y sentido a la película. Porque esa es otra amigo, mientras que en español el título nos recuerda a una telemovie de antena3, el original indica los dos momentos más importantes de la cinta, 'The placed beyond the pines', más allá del lugar de los pinos. Nunca he entendido esta guerra que tienen las distribuidoras con los títulos de la películas. Con lo fácil que es dejar el título tranquilo, tal y como está.
Respecto a Cianfrance es indiscutible el arte que tiene para conseguir ponerte en la piel de los protagonistas, en hacerte partícipe de sus desgracias y alegrías, en situaciones que no puedas evitar pensar... ¿Qué hubiese hecho yo sí...? Tampoco puedo dejar pasar lo que le gusta trabajar con la cotidianidad, haciendo sus películas cercanas y sinceras, como la escena en que Luke da helado por primera vez a su hijo.
En definitiva es un película lenta, que se desarrolla como una montaña rusa, como la vida, con altibajos. Con momentos que aceleran la trama para que después se pare en seco, en los que crees que se endereza la historia y que continuará así hasta el final, para frenar de nuevo otra vez, en un ciclo continuo hasta el desenlace. Los que tengan paciencia y consigan llegar hasta el final les gustará. Al resto, lo más probable es que les defraude. Aún así, solo por Gosling y Cooper merece la pena.
En FilmAffinity le he puesto un: 7.