Crítica de “Al encuentro de Mr. Banks” (2013)

Publicado el 04 febrero 2014 por Manuzapata @vivazapatanet

Un paseo sin prisa es un regalo. Esta frase que aparece un par de veces en Al encuentro de Mr. Banks compendia la idea implícita de que una historia bien contada, como el buen vino, necesita respirar a la hora de ser narrada adecuadamente, de modo que llegue al espectador de una forma que además le conmueva en cierta manera.

Esto es, ni más ni menos, lo que ha conseguido John Lee Hancock. En un alarde de equilibrio entre drama y comedia y dosificando la emoción de forma precisa, ha sabido dibujar la evolución de la protagonista de su película, P.L.Travers, una escritora huraña y excéntrica, y su peculiar relación de amor-odio con Walt Disney, valiéndose de flashbacks perfectamente encajados que funcionan como caja de resonancia metafórica reforzando el significado de lo que se está viendo y anticipando lo que está por venir.

Más allá del propio Disney, brillantemente encarnado por Tom Hanks, importante dentro de la trama pero secundario al fin y al cabo, el objeto del interés de esta historia es la personalidad arrolladora de esta insobornable autora, interpretada por una maravillosa Emma Thomson, de cuya imaginación surgió la niñera más famosa del mundo de la literatura y el cine, Mary Poppins.

Este particular tour de force entre productor y literata se produce precisamente dentro del más que interesante proceso de creación del filme que dio al propio Disney su única candidatura al Oscar a la mejor película. El cine dentro del cine ha sido siempre uno de los filones que la propia industria del entretenimiento ha sabido explotar en beneficio propio y tratándose de uno de los trabajos más recordados de la historia del séptimo arte resulta fascinante descubrir los entresijos que llevaron a que Mary Poppins fuera finalmente así y de ninguna otra manera.

La música forma parte esencial del argumento, tanto la estupenda banda sonora de Thomas Newman como las propias canciones de Mary Poppins, que sirven además para acentuar de alguna manera el carácter autobiográfico de muchos de los pasajes de la novela y de los personajes de la misma. El momento mágico, especialmente emocionante, que se consigue con “Let´s go fly a kite” es una de esas pequeñas perlas que se encuentran de vez en cuando dentro de una película.

El título original, Saving Mr. Banks, podría traducirse como “Salvar a Mr. Banks”. Ese señor Banks no es otro que el padre de la familia protagonista de Mary Poppins, un banquero al que Disney quiere dibujar como mezquino y autoritario, cosa que algo en el interior de P.L. Travers  no puede permitir que ocurra bajo ningún concepto. Este es el motor de esta película y el catalizador que mueve algo dentro de la propia escritora, de forma que nos encontramos ante una historia sobre el perdón, más aún, sobre la capacidad de perdonarse a uno mismo, de redimirse salvando al Mr. Banks particular que esta autora lleva escrito en su nombre, porque eso, en última instancia, supone salvarse a sí misma.

 Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright de las imágenes © Walt Disney Pictures, Ruby Films, Essential Media & Entertainment, BBC Films, Hopscotch Pictures. Cortesía de Walt Disney Pictures España. Reservados todos los derechos.

Al encuentro de Mr. Banks

Director: John Lee Hancock

Guión: Kelly Marcel, Sue Smith

Intérpretes: Emma Thomson, Tom Hanks, Annie Rose Buckley

Música: Thomas Newman

Fotografía: John Schwartzman

Montaje: Mark Livolsi

Duración: 125 min.

Estados Unidos, Reino Unido, Australia, 2013