Me ha gustado mucho la ambientación de la película, así como la excelente fotografía (a cargo de Soderbergh) con ese cromatismo brillante, muy adecuado con el estilo de vida extravagante de este músico; con esos ampulosos trajes de lamé llenos de lentejuelas, joyas, su maquillaje excesivo y pelucas, los candelabros encima del piano, además de la decoración de su mansión y coches de lujo. También la manera en que el director nos cuenta la historia, con un sólido guión escrito por Richard LaGravenese (responsable del libreto de "Los puentes de Madison", entre otros), basándose en el libro escrito por Scott Thorson titulado ""Mi vida con Liberace", con esa acertada evolución de los personajes y la forma que tiene de introducir los distintos elementos en la historia.
Aunque si hay algo que destaca por encima de todo en esta película, sin lugar a dudas son los dos actores protagonistas. Por una parte tenemos a Michael Douglas que realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera; y que se ensalza más aun teniendo en cuenta todo lo que ha tenido que pasar en estos últimos años de su vida, superando un cáncer de garganta y el posterior divorcio con la también actriz Catherine Z. Jones. Me ha encantado la convicción con la que Douglas encarna a Liberace, con esa forma de hablar, los gestos, la manera de andar y de tocar el piano, que hacen verosímil al personaje. De hecho, es una interpretación tan soberbia que ha arrasado en varios premios, como los Globos de oro, y los Emmy, llevándose sendos galardones; además de optar también a los BAFTA y los Satellite Awards.
Y por otra parte tenemos a Matt Damon, que tras verlo en roles enmarcados en la acción, como los de la saga Bourne, sorprende gratamente, con todo ese derroche tanto interpretativo como físico, encarnando a Scott Thorson, amante de Liberace.En definitiva, "Behind the Candelabra" es una película notable, que pese a estar hecha para la televisión, se erige como una de las mejores del pasado año 2013, digna de la gran pantalla; con unas interpretaciones portentosas de Michael Douglas (que en cierto sentido resucita y vuelve al candelero (valga la redundancia)) y de Matt Damon; y que posiblemente sea, junto con "Brokeback Mountain. En terreno vedado" de Ang Lee, la mejor película que haya abordado el tema de las relaciones homosexuales.