Nota: 6,5
Lo mejor: la idea de partida y la mordaz crítica religiosa.
Lo peor: la historia se termina a mitad de película y agoniza hasta el final.
Ricky Gervais es con toda probabilidad lo mejor que ha dado la comedia inglesa en lo que vamos de siglo a pesar de que en el resto del mundo sigue siendo ese adorable desconocido. Desde este blog no nos hemos cansado de recomendar tanto Extras como The Office, dos estupendas series de las que Gervais es escritor y protagonista (en el caso de la versión americana de The office solamente escribe y produce). Ahora se atreve a dirigir una película cargada de ideas brillantes pero que fracasa por la incapacidad del actor de mantener la trama sobre raíles.
Es que sólo al tipo que se metió con Samuel L. Jackson se le ocurre debutar con una historia tan peculiar. Increible pero falso se ambienta en un mundo en el que la humanidad no ha desarrollado la habilidad de mentir. Todo el mundo dice la verdad sin tapujos e incluso la publicidad y el cine son radicalmente diferentes a como todos los conocemos. Pero ese mundo se pone patas arriba cuando un perdedor se convierte en la única persona que aprende a decir mentiras y se convierte en una especie de mesias.
Crear un universo con estas características es más complicado de lo que parece. Las películas son sustituidas por narraciones de hechos históricos y los anuncios de Pepsi venden el refresco como "la bebida empalagosa que compras cuando no hay Coca-cola". En ese sentido Gervais sale airoso regalándonos situaciones hilarantes que por desgracia pierden brillo por una excesiva repetición de los gags. Y es que la particularidad de que nadie pueda mentir no tiene porque significar que todos los personajes digan siempre lo primero que se les pase por la cabeza.
La película funciona a las mil maravillas la primera hora, pero entrado el último acto el espectador ya está algo cansado de oir los mismos chistes una y otra vez. Además, llega un punto en el que ya ha sucedido todo lo que tenía que pasar y la cinta deriva al SPOILER típico final condescendiente con boda incluida FIN SPOILER que rechina bastante comparado con la ironía y el humor negro del que dota el cómico inglés a todos sus trabajos.
Se nota que la intención de Gervais era realizar una crítica a la religión en general y a la católica en particular. No en vano el mejor momento de la cinta es la lectura de los 10 mandamientos escritos sobre cajas de pizza. Pero el mensaje queda difuminado por esa pérdida de mala leche que desinfla el relato a medida que avanza.
Los actores son otro de los puntos fuertes del film. Jennifer Garner realiza la que seguramente sea la mejor interpretación de su carrera junto a un Gervais que sigue sacando partido al perdedor que ha popularizado y que le seguirá funcionando hasta que se haga demasiado famoso. Rob Lowe también asoma por la función rebañando los últimos años que le quedan de sex symbol y cameos como los de un irreconocible Edward Norton o Phillip Seymour Hoffman dan brillo al desigual resultado final.
Increíble pero falso es una comedia que intenta entrar de lleno en la categoría de "inteligente" pero que se queda a medio camino por un uso de la fórmula tradicional que supongo ha sido necesario para que la película haya duplicado su presupuesto en la taquilla. Lo mejor que podemos decir es que se intuye que Gervais puede llegar a ofrecernos como director trabajos tan interesantes como en su faceta de guionista. Para ser un debut no está nada mal.