Nota: 4,5
Sumario
Lo mejor: Kristen Wigg, todo un descubrimiento a este lado del charco.
Lo peor: que podía haber dado mucho más de sí de ambientarse en el mundo real en lugar de en el universo paralelo con olor a pastel de cerezas de las comedias románticas.La suma: Christina Applegate + Naomi Watts = Kristen WiigPresupuesto/taquilla: 32,5 millones de dólares / 265 a día de hoy. Lo que se llama un pelotazo en toda regla, principalmente en el mercado estadounidense donde ha recaudado 167 millones en 3 meses de exhibición.
El director: Paul Feig (Michigan, 1962) es toda una eminencia en el mundo de la comedia televisiva. Suyos son episodios icónicos de The Office como el de la despedida de Michael, aunque también ha dirigido capítulos de Weeds, Nurse Jackie, Bored to Death, 30 Rock y de la mítica Arrested Development. La Boda De Mi Mejor Amiga es su segunda película tras la flojita La Fuerza Del Valor con Jim Caviezel.
La curiosidad: La actriz Jill Clayburgh, que interpreta a la madre de la protagonista, falleció recientemente y este es su último trabajo. Quizás te suene de episodios de Nip Tuck, El Abogado o cintas como El Amor y Otras Cosas Imposibles.
La duda: ¿Por qué todos los hombres de la película parecen retrasados mentales? (En especial Jon Hamm)
Atención, todos los estrenos cinematográficos cuyo título contenga las palabras "boda" y "amigo" pueden traer efectos secundarios como sequedad de la materia gris o discusiones conyugales. ¿Todos? Todos no, ya que si vienen producidos por Judd Apatow, uno de los chicos bonitos de la comedia USA, aún puede haber un rayo de esperanza. O eso parecían prometer las críticas que ha recibido la cinta al otro lado del charco, donde ya es la comedia mejor valorada y más taquillera del verano.
Pero, ¿Qué tiene de especial La Boda De Mi Mejor Amiga para levantar tanto revuelo? Únicamente una cosa. Un solo elemento de calidad en torno al que han articulado toda la campaña promocional en Estados Unidos con excelentes resultados. Nada más y nada menos que un reparto en estado de gracia compuesto por 6 actrices con una vis cómica aplastante que, por desgracia, son unas absolutas desconocidas en nuestro país.
Los más avispados quizás sean capaces de reconocer a dos de ellas: a la dulce Ellie Kemper de The Office y a la gélida Rose Byrne de Muere Otro Día. Pero en lo que respecta al resto, todas proceden de la televisión estadounidense. Concrétamente las dos protagonistas, Kristen Wiig (Annie) y Maya Rudolph (Lillian), son dos veteranas del mítico -y moribundo- Saturday Night Live. De ahí que su repercusión en nuestro país no pase más allá de la de otras cintas de similar título y mucho más mediocres.
El principal problema de Bridesmaids (título original) es que promete ser una versión protagonizada por mujeres de la fórmula de Resacón En Las Vegas, con personajes bien definidos y las dosis justas de convencionalismo sazonadas con algo de mala leche. Y es en la última parte donde no termina de dar la talla. Simplemente no se han atrevido a elevar el nivel de acidez hasta donde pedía un argumento que presenta a dos arpías enfrentadas por ser la dama de honor de la que ambas definen como "su mejor amiga". Poco zorreo y mucha pastelada, en definitiva.
De hecho, los duelos protagonizados por Wiig (vista recientemente en Paul) y Byrne son de lo mejor de la cinta. Pero como decimos, eso es gracias a las actrices y no al guión, que se acaba rindiendo al tipo de final que espera cualquier espectadora a la que el título le suene de lo más apetecible. SPOILER ¿Por qué Hellen se vuelve buena de golpe?, ¿Puede haber algo más empalagoso que una reconciliación final en medio de la boda? FIN SPOILER.
También podríamos entrar a hablar de por qué la que se presenta a sí misma como una película "sobre mujeres" se empeña en marcar como único objetivo vital femenino la búsqueda de un príncipe azul, pero no creo que una cinta que va de comedia inteligente y basa sus gags en vómitos en el pelo merezca una crítica demasiado profunda. Simplemente y más allá de tres o cuatro escenas (suficiente para muchos), La Boda De Mi Mejor Amiga se acaba mereciendo la nefasta y sentenciosa traducción de su título en nuestro país. O quizás es que me sobra una Y en mi mapa genético y por eso soy incapaz de entender las dobles lecturas e identificarme con las protagonistas.