Crítica de Cine | Más allá de los sueños, de Vincent Ward (1998)

Publicado el 28 febrero 2013 por Mientraslees

Para despedir este especial amoroso que nos ha tenido ocupados todo el mes de febrero, queríamos recomendaros una de nuestras películas más queridas y recordadas: Más allá de los sueños. ¿Os arriesgaríais a bajar al infierno sólo por amor?
Título Original: What Dreams May Come
Año: 1998
Duración: 118 min.
País: USA
Productora: Polygram Filmed Entertainment
Director: Vincent Ward
Guión: Ronald Bass (Basada en la novela de Richard Matheson)
Interpretes: Robin Williams, Cuba Gooding Jr., Annabella Sciorra, Max von Sydow, Jessica Brooks Grant, Josh Paddock, Rosalind Chao, Lucinda Jenney
Sinopsis: Tras la muerte de sus dos hijos, el doctor Chris Nielson y su esposa Annie, continúan su vida a duras penas. Chris también muere en un accidente de coche y, cuando llega al cielo, conoce a Albert, que le muestra lo maravillosa que es la vida en el Más Allá. Mientras tanto, la soledad sume a Annie en una locura que la aleja cada vez más de la vida.


Más allá de los sueños fue una película que descubrí cuando era pequeño. Estaba pasando las vacaciones en unos apartamentos del sur de la isla y había un videoclub en la zona al que acudíamos de vez en cuando para disfrutar de la comida americana (paponas rellenas de ensalada americana, mmm qué rico) con una buena película. A mi familia le gustaba Robin Williams, el dulce y familiar Robin Williams, así que sacamos esta película, sin saber que sacábamos un dramón romántico de proporciones siderales. Las lágrimas me caían sin cesar, mientras la película apenas empezaba; mi madre lloraba y mi padre se mantenía serio en la que sería una película inolvidable.
Años más tarde, yo me enamoraría perdidamente de una mujer y “Más allá de los sueños” se convertiría en nuestra película favorita, llena de simbolismo que nos hacía sentir identificados. Y hoy os voy a reseñar este título desde los ojos de un hombre tremendamente enamorado.

Esta cinta de Vincent Ward trata sobre cómo la muerte nos cambia la vida: el doctor Chris Nielson y su esposa Annie acaban de perder a sus únicos hijos en un accidente. El matrimonio trata de recuperarse de un golpe de tal magnitud, algo que no es nada fácil, sin embargo, parecen estar a punto de conseguirlo. Hasta que Chris muere un día, el mismo día del aniversario de la pareja. Annie se queda sola en la vida, acompañada, no obstante, por el fantasma de su marido, que la sigue queriendo aún a pesar de la muerte. Una historia que trata de la profundidad del corazón y de la vida tras la muerte.
He leído críticas totalmente infectas que tildan este título como abominación del cine. Yo, sinceramente, me quedo a cuadros cuando leo esos comentarios de una de mis películas favoritas. ¿Qué pasaría por vuestra mente si leyerais algo así de una película que os ha hecho sentir mil cosas inexplicables en vuestro corazón? Lo único que trato de hacer yo es de comprender el punto de vista de todo el mundo, pero como os digo, no lo consigo entender del todo. ¿Hemos visto la misma película? ¿Ha estado esta gente enamorada alguna vez?
La historia de amor de esta película es tan hermosa, tan preciosa y tan profunda, que no es posible que no le llegue a alguien al corazón. Las actuaciones son tan sentidas, las miradas tan significativas, que las lágrimas saltan de mis ojos con sólo suspirar ellos en la pantalla. Todos los personajes tienen su motivo de existencia dentro de la cinta, todos cumplen un rol, más complicado en unos casos y más secundarios en otros, pero todos son imprescindibles. El protagonista, interpretado por Robin Williams, es lo que a mí me gustaría llegar a ser algún día: un hombre capaz de dejarlo todo por la mujer a la que ama. Es verdad, quiere a sus hijos más que a nada, pero no puede ni quiere olvidar a la que era su alma gemela, porque esta cinta acude a esa creencia de que existe un alma gemela para cada uno.

Lo mejor de esta película son todos los matices que somos capaces de captar. Diferentes prismas para una misma cuestión: el amor. En la película tratan todos los tipos de amor de una manera realista y cercana. El amor pasional, el amor de padre, el amor de hijo, el amor de amigo… ¿Y los efectos especiales? Preciosos, simplemente dignos de admirar para una época en la que la fantasía era difícil de plasmar con tanta precisión como hoy en día. Son efectos especiales que se solapan con facilidad con el seguir del guión, un guión tranquilo que no deja huecos sin llenar. La representación del cielo como un cuadro es, simplemente, sublime. ¿Y la escena del cuadro que Annie va pintando, con aquel árbol hermoso que se va oscureciendo según su estado de ánimo en el cielo de Chris? Vamos, por favor, es el arte del amor, no puedo más que estremecerme.
Si tuviera que criticar algo, sería esa visión religiosa del cielo y el infierno. No puedo comentaros demasiado, y aunque la película no tenga como tono general una moralina católica, se sirvió de ciertas leyendas judeocristianas para darle sentido y fuerza a los acontecimientos finales. Nada grave, teniendo en cuenta el peso del resto del metraje, que te deja patidifuso y temblando en un rincón.
Si buscáis la película definitiva para San Valentín, o para cualquier otro día en el que queráis amorosear con vuestra otra mitad, Más allá de los sueños es vuestra mejor elección. Dulce, romántica, dramática y, sobre todo, humana, os llegará más allá del corazón y os transportará no a los sueños, sino mucho, muchísimo más lejos. Con diálogos para enmarcar en nuestra mente y tatuar en nuestro pecho, con actuaciones que roban nuestras lágrimas (y un doblaje magnífico donde los haya), Más allá de los sueños se alza en la cima de las mejores películas románticas que he tenido el placer de ver. Disfrutadla vosotros también.
Lo mejor: Absolutamente todas las escenas. Los efectos especiales, las hermosas frases y el profundo amor de los protagonistas. Las actuaciones de todos, hasta de los niños. El doblaje impecable.
Lo peor: Las connotaciones negativas que se le da al suicidio por culpa de la religión.
Puntuación: 9/10

ESCRITO POR DAICHAN
Estudiante de letras y otaku apasionado. A parte de leer, jugar a videojuegos y ver películas, adora estudiar y enseñar japonés. Administra Mientras Lees desde hace tres años y su sueño es convertirse en librero. Podéis encontrarlo en su bitácora personal.