Crítica de cómic: La liga de los hombres extraordinarios Century 1969

Publicado el 21 marzo 2012 por Monotematicosfm @curnom



El cómic escrito por Alan Moore y dibujado por Kevin O’Neill se acerca cada vez más a su fin después de haber durado un buen número de años en las tiendas. La liga de los hombres extraordinarios está compuesto por tres volúmenes y el inédito en España The Black Dossier, los dos primeros ya están terminados y el volumen tres está dividido a su vez en otras tres partes, llevando por título Century. Estos tres se ambientan en el Siglo XX, más concretamente el primero en 1910, que ya tuvimos la ocasión de leer hace un par de años, y en el caso del número que nos ocupa, el segundo, se sitúa concretamente en 1969.
En esta ocasión el grupo estará formado por los inmortales Mina Murria y Orlando, además del resucitado y rejuvenecido Allan Quatermain. Siguiendo con la historia que se nos presentaba en 1910, el grupo deberá frenar el traspaso de un cuerpo a otro de un ente diabólico que prepara la llegada del Anticristo, y todo esto durante el concierto de los Rolling Stone en Hyde Park el año que lleva por título. La psicodelia está servida.
La liga no es de los mejores cómics de su excelente guionista, si bien el primero estaba bastante bien, el segundo decaía considerablemente para terminar estrellándose estrepitosamente en el Century, pero pese a todo no hay que olvidar que su escritor es Alan Moore, por lo tanto incluso en el peor de los casos se encuentra por encima del nivel medio. Volvemos a adentrarnos en un mar de nombres que solo un propio Moore conoce, y que nos impide seguir con facilidad la trama. El trío protagonista se va degenerando hasta un límite exagerado, la historia pierde el norte.
No es por ser mojigato, pero la constante fijación de Moore con el sexo termina por resultar crispante, además de llegar a unas cotas de depravación que resultan bastante acusadas. El aire insano que se respira en este número llega a resultar demasiado pelma. Por otra parte, tenemos la suerte de que incluso resulta más interesante que su predecesor 1910, cuyo número musical que cierra el cómic es insufrible, aunque las últimas tres o cuatro páginas del 1969 también son terribles.
Pero como he dicho anteriormente, no podemos olvidar que escribe Alan Moore, y los toques de genialidad se dejan ver en algunas ocasiones. El guionista conoce y se mueve como pez en el agua en el lenguaje del cómic, y esto nos da algunos momentos de ingenio. Por lo que se está rumoreando este es posiblemente el último cómic que escriba, y sería una pena perdérselo aun cuando la calidad es muy inferior a lo que nos tiene acostumbrados. Por lo que nos podemos imaginar, dentro de un par de años más, se publicará el último número de este tercer volumen, que se ambienta a principios del Siglo XXI y que contará la llegada del tan esperado Anticristo, bien merecerá la pena terminar esta saga del todo.