Crítica de "El juez", de David Dobkin

Publicado el 31 marzo 2015 por Mumbo @OMasti2012
DUELO INTERPRETATIVO DE ALTOS VUELOS.El director estadounidense David Dobkin se aleja de las comedias que nos tenía acostumbrados, como "El cambiazo" o "De boda en boda", para presentarnos un solvente melodrama judicial de corte clásico, cercano a las adaptaciones cinematográficas de John Grisham, que tan de moda estaban en la década de los noventa, que contiene un guión sólido con un planteamiento argumental que bien recuerda a títulos como "En el estanque dorado" (Mark Rydell, 1981) o "Acción judicial" (Michael Apted, 1991). 
Destaca el 'tour de force' interpretativo entre su pareja protagonista, un Robert Downey Jr. que hace valer su gran carisma, demostrando ser un gran actor con recursos interpretativos, más allá del superhéroe de la Marvel, y Robert Duvall que reluce toda su veteranía y estilo, dando fe de la gran química que atesoran y siendo un verdadero gustazo. Downey Jr. se mete en la piel de Hank Palmer, un importante abogado que regresa a su hogar tras la muerte de su madre. Allí se entera que su padre (Robert Duvall), que es el juez del pueblo (y de quien está distanciado), es sospechoso de haber cometido un crimen. Su decisión a regañadientes de investigar el caso lo lleva poco a poco a restablecer con los suyos una relación que estaba rota. 

Quizá su mayor problema es que Dobkin descuida al elenco de secundarios, tales como Vera Farmiga, Billy Bob Thornton, Vincent D'Onofrio... tres grandes actores que sin duda podrían haber dado mucho más de si, estando prácticamente desaprovechados; del mismo modo que su algo excesiva duración, sobretodo en el primer acto, haciendo que su ritmo narrativo sea lento y alargando el metraje más allá de las dos horas; sin embargo, "El juez" posee argumentos suficientes, como las enormes actuaciones de sus dos protagonistas, y un excelente tramo final que hacen que valga la pena su visionado.

En definitiva, "El juez" es una película notable, que cuenta una estupenda historia de redención personal y drama judicial a partes iguales, con unas interpretaciones sobresalientes, que hasta incluso le valió a Duvall para conseguir una nominación en la pasada edición de los Oscar; aunque de haber sido dirigida por un director de mayores prestaciones, sin duda hubiera podido llegar a ser mucho mejor.