Crítica de “El maestro del agua” (2014)

Publicado el 01 mayo 2015 por Manuzapata @vivazapatanet

Victoria, Australia noroccidental, 1919. La cámara retrocede en un lento travelling mientras Eliza limpia con un cariño casi reverencial unas botas manchadas de barro. La voz de Joshua, su marido, a quien no vemos, recita un fragmento de uno de los cuentos de “Las mil y una noches”. Poco a poco la cámara abandona la habitación dejando a la mujer sola, al fondo, flanqueada por el marco de la puerta. El granjero, que aparece por la zona izquierda del encuadre, sigue leyendo ayudado por unas sencillas gafas redondas, sujetando el libro con ambas manos y rodeado por tres pequeñas camas vacías. Cuatro años antes los tres hijos de ambos desaparecieron en Turquía, defendiendo a su país, luchando junto a los ingleses en la Primera Guerra Mundial. Ella no ha podido superarlo.

 

Este magnífico plano, además de poseer un potente valor narrativo, conecta directamente con Gallipoli, la película de Peter Weir de la que bebe directamente El maestro del agua. Allí era “El libro de la selvael que presagiaba la despedida del protagonista. Russell Crowe ha escogido para su debut como realizador un texto que vuelve a hurgar en una herida todavía abierta en la historia australiana y para ello ha querido mirarse en el espejo de su colega más ilustre, aunque, en honor a la verdad, todavía le queda mucho para alcanzar la maestría del autor de El club de los poetas muertos. Es el propio director quien interpreta a ese hombre que deja su hogar para volar a Estambul en busca de sus tres vástagos, o de lo que quede de ellos, para repatriarlos y enterrarlos, si fuese necesario.

Las mayores virtudes de este trabajo se encuentran en su primera mitad. Rodada con mucho brío, la magnífica fotografía y la épica banda sonora hacen de este segmento un interesante reflejo y una acertada reflexión sobre el tema de la pérdida que sufre el protagonista, pero también acerca de los desastres de la guerra vistos a través de los ojos de los supervivientes de ambos ejércitos que colaboran para identificar a los fallecidos en la cruenta batalla de Galípoli, con el conflicto mundial ya terminado y en una Turquía en constante ebullición debido a las incursiones griegas y al auge del nacionalismo.

 

Más adelante, desde el momento en que el filme abandona el tono introspectivo y evoluciona en relato de aventuras, como si se tratase de una película totalmente distinta, los errores de primerizo comienzan a aflorar. Tras el potente inicio la historia se ramifica en infinidad de subtramas y Crowe se pierde en su intención de seguir todas y cada una de ellas. Queda patente la falta de concisión en la narración y lo superfluo de multitud de detalles de cara a la galería que desvirtúan la intensidad del prometedor arranque. Lo que hubiese sido una digna ópera prima se va deslavazando ante nuestros ojos; la fuerza y la firmeza del guion se diluyen poco a poco dejando un resultado final al que le faltan empaque y hechuras.

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright imágenes  © Fear of God Films, Hopscotch Features, RatPac Entertainment, Seven Group Holdings, Seven Group Media. Cortesía de Aurum Producciones – EOne España. Reservados todos los derechos.

El maestro del agua

Dirección: Russell Crowe

Guión: Andrew Knight y Andrew Anastasios

Intérpretes: Russell Crowe, Olga Kurylenko, Yilmaz Erdogan

Fotografía: Andrew Lesnie

Duración: 111 min.

Australia, Turquía, Estados Unidos, 2014