Crítica de "El secreto de Adaline", de Lee Toland Krieger

Publicado el 24 agosto 2015 por Mumbo @OMasti2012
EL DILEMA DE LA ETERNA JUVENTUDEl escritor irlandés Jonathan Swift decía que "Ningún hombre sabio quiso nunca ser joven", y posiblemente no le faltara la razón. ¿Cómo sería tu vida si supieras que nunca terminaría? El director estadounidense Lee Toland Krieger, en su tercera película tras las cámaras, responde a esta cuestión poniendo en bandeja el elixir de la eterna juventud. En un argumento digno de una buena novela, el secreto de la vida y la muerte, la fantasía, el romance, y todo un ejercicio filosófico, se dan la mano de forma sutil a través de la historia de Adaline Bowman, que tras sufrir un accidente, se estanca para siempre en la edad de 29 años. Lo que en un principio podría ser el sueño de muchos, irremediablemente se convierte en el conflicto que se le plantea a nuestra protagonista, ya que por su vida pasan amores, momentos y despedidas, mientras ella permanece impasible."El secreto de Adaline" no es la primera película en abordar el tema de la inmortalidad (ni será la última); sin embargo, sí que se desmarca un poco de los clichés del género, ya que aquí no tenemos ningún tipo de vampiro (ni brillantes ni convencionales, vamos), ubicando su historia en la vida real. La arrebatadoramente bella y talentosa Blake Lively está realmente encantadora, realizando un maravilloso retrato de la melancolía, la soledad y la ambigüedad de una mujer, que vive con la mente de una anciana atrapada en un cuerpo eternamente joven. Esa losa de tal magnitud marca el devenir de nuestra protagonista, y hace que durante décadas tenga que ir cambiando de identidad y residencia para no llamar la atención, impidiéndole de mala manera echar raíces y formar una familia; por otra parte, cuando conoce al personaje interpretado por Michiel Huisman (actor conocido de la excelente serie 'Juego de tronos') le hará recobrar la esperanza de reencontrarse con el amor verdadero, y se verá en el dilema de tomar ciertas decisiones que repercutirán de manera realmente interesante. Más tarde, un atrapante Harrison Ford (que interpreta al padre de su amado), le supondrá un punto de inflexión, dejando patente lo caprichoso que puede llegar a ser a veces el destino. Destaca también una atmosférica ciudad de San Francisco, que recuerda bastante a la Manhattan retratada en infinidad de veces por Woody Allen, y la exquisita fotografía, siendo una parte fundamental del filme, y que potencia aún más el clasicismo y elegancia que rezuma el conjunto.
De ponerle algún pero, se podría afirmar que con los argumentos que tiene a su disposición, su director no acaba de ahondar demasiado en los temas que trata, dando la sensación que podría haber sido una película mejor; no obstante, su resultado global de por si ya es notable. Además, como dato curioso, cabe decir que hace unos años, un grupo de astrónomos chilenos identificaron una estrella en la que aparentemente reside el secreto de la eterna juventud. Esta noticia es totalmente relativa a la astronomía, haciendo referencia solamente a ese tipo de astros, aunque quizás fuese el punto de partida para desarrollar la historia.En definitiva, "El secreto de Adaline" es una película fascinante y reflexiva, en la cual se puede afirmar con total seguridad que estar en una situación especial podría no ser la mejor de las ofertas, ya que hay más formas de morir sin hacer frente a la muerte física, siendo una fantasía que se siente real y palpable, que se refiere a nosotros, a nuestros sueños y al significado de la felicidad.