Crítica de "Elsa y Fred", de Michael Radford

Publicado el 30 noviembre 2015 por Mumbo @OMasti2012
NUNCA ES TARDE... SI LA DICHA ES BUENA
De todos es bien sabido la costumbre de Hollywood de realizar "remakes" de exitosas películas no estadounidenses. A pesar de que ha sido algo habitual desde los inicios del cine; por ejemplo, podría citar el caso de "Ben-Hur", uno de los filmes más laureados en los Oscar, no es más que un "remake" homónimo de una de las cumbres del cine mundo, llevado a cabo por su propio director Cecil B. DeMille. Esta práctica se ha incrementado en estos últimos años, habiendo una "invasión" de refritos que inundan las carteleras de cine, las estanterías de los vídeoclubs y las fichas de las plataformas digitales. Personalmente, nunca me ha gustado demasiado porque evidencia falta de ideas; sin embargo, hay algunos casos, como el anteriormente citado, que si el filme en cuestión se aborda desde el respeto, puede resultar una experiencia gratificante.


En esta ocasión, el veterano cineasta Michael Radford, responsable, entre otras, de la genial adaptación cinematográfica de "1984", la clásica distopía de George Orwell, y de "El cartero (y Pablo Neruda)", por la que fue nominado a los premios Oscar, es el encargado de volver a llevar a la gran pantalla esta historia, de la cual no ha cambiado apenas ni un ápice.
La premisa se centra en Fred, un hombre octogenario convencional, serio y responsable, que tras quedar viudo, se siente desconcertado y angustiado por la ausencia de su mujer. Ante este hecho, su hija lo anima a mudarse a un apartamento más pequeño. Es entonces cuando conoce a Elsa, una mujer llena de vitalidad y con una imaginación desbordante. A partir de ese momento, ella irrumpe en su vida como un torbellino dispuesta a demostrarle que el tiempo que le queda es precioso y debe disfrutarlo como le plazca.

Como decía anteriormente, su director no ha cambiado apenas ni un ápice de esta sencilla historia, incluido el sentido homenaje al gran clásico de Federico Fellini, "La Dolce Vita", una de las películas más impresionantes de la historia del celuloide. A pesar de repetir prácticamente toda su premisa, cuenta con un dúo protagonista de alto octanaje, dos grandiosos intérpretes que, sin lugar a dudas, elevan la calidad de la película, como son Shirley MacLaine y Christopher Plummer. Es necesario recordar que MacLaine debutó en la gran pantalla en un filme de Alfred Hitchcock ("Pero... ¿quién mató a Harry?"), y a lo largo de su larga trayectoria ha trabajado con los directores más grandes: Billy Wilder, William Wyler, Robert Wise, Vincente Minnelli, Vittorio De Sica,  Mike Nichols o Don Siegel, entre otros muchos; asimismo, ha sido cinco veces nominada a los Oscar, siendo galardonada en una ocasión (en 1983 por "La fuerza del cariño"). Por otro lado, Plummer es conocido especialmente por protagonizar (junto con Julie Andrews) el clásico musical "Sonrisas y lágrimas", y huelga decir también que ha trabajado con los más grandes: Sidney Lumet, Anthony Mann, Robert Mulligan, Blake Edwards o John Huston; además, recientemente ha sido galardonado con un premio Oscar (por "Beginners"). Ambos forman una pareja maravillosa, deliciosa, y entrañable, que justifica con creces el visionado de este remake, realizado desde el respeto, del que se puede afirmar, simple y llanamente, que funciona como un homenaje al original, protagonizado por los también grandes Manuel Alexandre y China Zorrilla.

Destaca además, su mensaje optimista, mostrando que la certeza del amor, el hacer realidad los sueños, y las ganas de vivir la vida plenamente disfrutando de las pequeñas cosas, no entiende de edades... ya lo expresa claramente el refrán: "nunca es tarde, si la dicha es buena"; asimismo, al igual que en el original, el precioso homenaje al clásico de Fellini  "La dolce vita" es fantástico, con una Maclaine recordando y referenciándose a si misma como una de las grandes actrices de la historia del séptimo arte; de igual modo que el inteligente buen uso de la fotografía para engrandecer, aún más si cabe, el momento.
En definitiva, esta nueva versión de "Elsa y Fred" respeta la esencia del original, gracias al sustento de su impresionante pareja protagonista, con una premisa maravillosa por su sencillez y honestidad, siendo una propuesta verdaderamente reconfortante, y por supuesto, recomendable.