Muchas fueron las personas que una y otra vez me recomendaban fervorosamente esta cinta del inglés Martin McDonagh como una de las mejores películas que pasaron por la cinematografía mundial allá por el año 2008.
No fue sino hasta hace poco más de un par de semanas (mejor tarde que nunca) que realmente tuve la oportunidad de comprobar con mis propios ojos la indudable calidad de esta cinta inglesa, la cual posee una excelente maestría para combinar géneros tan dispares como son la comedia y el drama más angustiante.
La cinta nos relata la historia de Ray y Ken (Colin Farrell y Brendan Gleeson), dos asesinos a sueldos enviados de repente a la ciudad belga de Brujas, luego de que Ray fallara catastróficamente en su primer trabajo causando la muerte de un niño de manera accidental. Ya en Brujas, ambos se dedican a pasar el tiempo lo más amenamente posible mientras esperan instrucciones de su jefe sobre cuales serán los pasos a seguir en el futuro.
Martin McDonagh fue el creador del guión de esta cinta (nominado al premio Oscar por el mismo), como así también fue el encargado de colocarse detrás de cámaras para la dirección de este excelente filme.
Admirable no sólo por el hecho de presentar excelentemente bien a todos los personajes del filme, lo cual ayuda enormemente al desempeño actoral de los mismos (sobre todo al del ganador del Globo de Oro, Colin Farrell), sino por mostrar en pantalla un cambio interesantísimo y progresivo entre la comedia y el drama, sobre todo a partir de su hora final de metraje. Allí es dónde la película se torna más y más dramática y en dónde el espectador sentirá en definitiva que se encuentra frente a una cinta muy pero muy lograda.
El excelente trabajo guionístico que McDonagh brindó en “Escondidos en Brujas”, sin lugar a dudas lo trasladó de manera muy eficaz a su desempeño detrás de las cámaras. No sólo logró presentar la historia y sus personajes de forma sumamente prolija y eficaz sino que logró sacarle a Colin Farrell (un actorazo a mi modo de ver) una de las mejores actuaciones de su más que interesante carrera cinematográfica.
Con respecto a detalles más técnicos del filme, podríamos destacar una maravillosa fotografía y unas locaciones extremadamente bellas a las cuales McDonagh supo sacarle provecho a través de sus impecables planos y de unas cuantas imágenes panorámicas.
Siempre me ha gustado el desempeño de Colin Farrell como actor a lo largo de su carrera. De hecho, ya en la primera cinta en que tuve oportunidad de verlo, “Hart´s War”, Farrell me había parecido un muchacho dueño de unas condicionales naturales muy pero muy interesantes. Si bien es cierto que el bueno de Colin sigue sin tener una carrera plagada de éxitos cinematográficos, también es cierto que el desempeño que logra en cada uno de sus filmes siempre termina siendo de lo más interesante de dichos productos.
De hecho, Farrell logra aquí en “Escondidos en Brujas” su mejor actuación por lejos de toda su filmografía (Quizás junto a su filme “Phone Booth”), brindando un personaje lleno de matices, desde problemas psicológicos derivados del trauma por el asesinato involuntario de un niño, pasando por la generosidad mostrada durante todo el filme por tratar de ayudar a diferentes personajes a modo de redención. Gran actuación de Farrell, la cual le ha brindado la merecida oportunidad de ganar hasta el momento su único Globo de Oro.
Para ir cerrando, “Escondidos en Brujas” ha sido una película que me ha encantado de principio a fin. Poseedora de una interesantísima historia, el filme se mueve de la comedia al drama de manera tan pero tan sencilla, que uno como espectador no puede hacer otra cosa más que rendirse a sus pies. Sin lugar a dudas, un producto cinematográfico sin fisuras.
Calificación de la Película: Excelente.