Ya que el cine Hollywoodense no es muy ameno para entrometerse muchas veces en estos densos temas (vaya uno a saber porqué), la cinta inglesa “Harry Brown”, aunque se torne predecible por ciertos momentos, representa a mi modo de ver un muy digno exponente sobre este tipo de tramas tan necesarias para el cine actual.
La cinta comienza relatándonos la triste vida de Harry Brown (Michael Caine), quien debe convivir con la terrible enfermedad que sufre su mujer y además, verse envuelto en un barrio cada vez más violento y dominado casi en un 100% por el descontrol total. Robo de autos, gente acuchillada por placer, negocios por drogas y diferentes actividades delictivas que son moneda corriente en su cotidiana vida. Para empeorar un poco las cosas, su mejor amigo es asesinado en uno de estos actos delictivos, por lo cual Harry Brown decidirá tomar justicia por mano propia y llegar hasta las últimas consecuencias en dicho caso, tras la lamentable y lenta actitud policial ante todos estos hechos.
El guión de la cinta estuvo a cargo de Gary Young, quien a mi modo de ver realmente estuvo a la altura de las circunstancias. Young brindó un libreto que si bien es bastante predecible en algunos momentos (El desenlace del filme sobre todo), destaca por la crudeza extrema en ciertos diálogos y la forma sumamente realista con que presenta los increíbles diálogos del filme. Si el espectador examina con detalle los interrogatorios policiales que se muestran en la película y las reacciones de los supuestos acusados de los actos delictivos, tendrá la escalofriante sensación de un realismo extremo en todo sentido.
Muy buen trabajo de Young, acompañado de excelentes y muy naturales actuaciones de todo el reparto del filme. También excelente ha sido la dirección de la cinta a cargo de Daniel Barber (“Harry Brown” es, de hecho, su Opera Prima), quien muestra en pantalla una crudeza extrema en cada uno de los planos del filme, totalmente necesarios para tratar de transmitir al espectador la constante desolación y desesperación en la que viven los habitantes de un barrio absolutamente dominado por el crimen organizado.
De hecho, la cinta comienza con una escena espectacular (la cual recomiendo ver muy detalladamente), la cual está filmada con cámara en mano (estilo documental), y que sitúa de una forma rápida e impecable al espectador acerca de la violencia de la que va a ser testigo a lo largo del filme en tan sólo unos minutos de metraje.
Mucha calidad en cuanto a la fotografía del filme, mostrando en muchísimos planos un color opacado, además de usar mucho la cámara en escenas nocturnas, completan un apartado técnico digno de cualquier elogio. No voy a descubrir en estas líneas la calidad actoral de un fenómeno como Michael Caine, pero créanme que el desempeño que el mismo tiene en “Harry Brown” es de un compromiso y de una magnitud interpretativa muy llamativa y de altísimo nivel.
Un hombre con un pasado militar oculto (ya que él mismo se encarga de decirle a su mejor amigo que definitivamente enterró ese estilo de vida cuando conoció a su difunta mujer) que pasa de la calma constante a la acción a raudales cuando es testigo de la muerte de su mejor amigo. Caine logra esa transformación de una forma muy pero muy natural, brindando una performance impecable de principio a fin.
En definitiva, “Harry Brown” es una cinta dramática de indudable calidad, la cual recomendaría no dejar pasar de ninguna manera. Se trata de un filme que está muy pero muy bien narrado y por sobre todo, actuado. Tanto por si te atrae la temática del filme, o por si te atrae ver un desempeño magnífico de Michael Caine, “Harry Brown” se ha convertido en un filme altamente recomendable.
Calificación de la Película: Muy Buena.