Crítica de "Hey boy, Hey Girl", dirigida por José Luis Arellano.

Publicado el 03 julio 2015 por Coverset @Cover_Set
SHAKESPEARE SHORE
Original, simpática y estupenda revisión de la tragedia amorosa más famosa de Shakespeare. "Romeo y Julieta" abandonan el verso y la pomposidad del lenguaje del siglo de oro para trasportarlo a nuestra época a través de una historia de adolescentes, rivalidades y popularidad, un clima en el que se desarrolla un romance mal avenido por las consecuencias del poder de la fama. Todo ello, y el sobresaliente trabajo el de La Joven Compañía, merecen destacar a "Hey Boy. Hey Girl" como lo mejor de la última edición del festival de teatro Clásicos en Alcalá. | Por Cristina Hernández
La sorpresa. Para bien, para recomendar incansablemente, para volver a ver, para destacarla como la propuesta más convincente, completa y estupenda de esta XV edición de los Clásicos en Alcalá, festival inmerso en sus últimas jornadas. El "Romeo y Julieta" de William Shakespeare es la base de "Hey Boy. Hey Girl", una reescritura de esa tragedia amorosa, donde el humor, actualidad y jovialidad tiñen este testimonio escénico de la historia de los más famosos star-crossed lovers, de esa pareja de enamorados cuya relación esta condenada a lo imposible desde su comienzo.
La dramaturgia firmada por Jordi Casanovas, la dirección de José Luis Arellano y la ejecución por parte de los jóvenes que forman La Joven Compañía son un tridente de éxito que le dará grandes reconocimientos a esta pieza, con la que el disfrute está más que asegurado. Y es que, la lectura que plantea la obra es la historia de un Romeo y una Julieta de este siglo, dos personajes que participan en un reality show perteneciendo a casas diferentes. Enmarcando la puesta en escena como testimonios grabados que van marcando los bloques de este exitoso programa de televisión, al que algunos bautizarían como experimento sociológico, los concursantes viven en dos casas, una confrontación entre canis y chonis, entre chicos y chicas, sobre los que el peso de la fama, las consecuencias de la popularidad y el poder de este "éxito" fácil hará que esta experiencia veraniega desenlace en tragedia ante los ojos del espectador.
Apuntado por la morbosidad, el carácter despectivo y destructivo de los nuevos famosos y la desvirtualización de la realidad, "Hey Boy. Hey Girl" expone como el juego con la fábrica del entretenimiento no es tan fácil o asumible por parte de aquellos que se prestan a ello. Firmar un contrato conlleva cumplir unas normas, y si estás no se cumplen, efímero televisivamente serás. A medio camino entre "Gran Hermano" y "Gandía Shore", este concurso en el que se rapea y se baila, se bebe, se insulta y tiene cabida el uso de dispositivos móviles, broncas, celos, envidias y amenazas marcan cada pildorita mostrada, cada "realidad" televisada con el único propósito de alimentar a su audiencia.
Esta versión destaca la facilidad que mostramos a la hora de ridiculizar y etiquetar con menosprecio al grupo de personas de clase humilde que se prestan a este juego, animales exprimidos cotidianamente en los que la falta de cultura. Aquí,  canis y chonis, equipo técnico y presentador son retratados con gracia y elocuencia por Pablo Béjar, Ana Cañas, Enrique Cervantes, Ana Escriu, Jesús Lavi, Jaime Lorente, Quique Montero, Alberto Novillo, Raúl Pulido, Estíbaliz Racionero, Sara Sierra, Javier Gutiérrez y Alejandro Villazán, un elenco de cuyo trabajo en equipo resulta una propuesta profesional fantástica. La juventud se ríe de la vida, de la muerte y del amor para sobrevivir, una postura que sugiere esta reflexión sobre el peso de la fama, en el que amor y amistad apuntan esta crónica de una tragedia anunciada, y es que, "Las tragedias empiezan con alguien que quiere encontrar lo que no se debe encontrar".
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