Crítica de Hitman agente 47, un film de Aleksander Bach

Publicado el 03 octubre 2015 por Bebina @Games4u_es

Asomarse al mundo de las adaptaciones cinematográficas de vídeo juegos con la esperanza de hallar calidad es como jugar a la ruleta rusa con dos pistolas que contienen cinco de seis balas metidas en el cargador cada una: lo más probable es que tus sesos queden esparcidos en la butaca junto a tus ilusiones por ver una digna versión fílmica de esa saga videojueguil a la que le tienes tanto cariño. Sin embargo, lo de jugar a la ruleta rusa con dos armas no es porque yo sea especialmente sádico (aunque rememorando algunas películas que he llegado a visionar si que me considero un poco masoquista), si no por el hecho de que cuando una se encuentra ante un film inspirado o basado en un juego (normalmente una saga archiconocida o al menos de cierta popularidad) puede encararse con dos miras diferentes: por una lado, pones el ojo en la mirilla del arma A y disparas….¿es esta una buena adaptación del material original? es decir, ¿respeta el film las bases del vídeo juego, personajes, argumento, esos detalles que le han hecho merecedor de la fama de la que hace gala en el universo del entretenimiento lúdico?. Y casi simultáneamente, el arma B apunta directamente al corazón de la obra, de manera directa, y sin tener en cuenta el origen del film como adaptación nos hace exclamar….¿es este un buen largometraje desde el punto de vista cinematográfico?

Los esfuerzos del cine por realizar ya sea una buena adaptación cinematográfica de un juego o sencillamente una película decente basándose en dicho material han dejado una larga lista de abominaciones de todo tipo, lo más veteranos de por aquí recordarán “joyitas” como Double Dragon, Street Fighter o Mortal Kombat, pero sobre todo fue especialmente esperpéntica (aunque a veces parece que se la recuerda casi con cariño) Super Mario Bros. Avanzando por la senda de los tiempos nos topamos con las versiones cinematográficas de Dead Or Alive, Doom, los dos films de la señorita Lara Croft y por supuesto las libres adaptaciones de la saga Resident Evil en las que todo parecido con el material original es pura casualidad. Sin embargo, dicen que incluso en la tierra de la lluvia eterna algunas pocas veces sale el sol… Silent Hill, Street Fighter II the animated movie y Final Fantasy VII Advent Children son, con poco más que añadir, la excepción que confirma la regla, respetuosas con las sagas que tocan son a su vez, se mire por donde se mire adaptaciones geniales, buenas películas incluso si se me permite la osadía. El asesino más efectivo (y calvo) de los vídeo juegos ya tuvo su oportunidad de lucir su par de pistolas en 2007 de la mano de Xavier Gens y salió bastante trasquilado (vale, último chiste de calvicie, prometido), pero ocho años después, el agente 47 ha vuelto de la mano de Aleksander Bach para volver a cumplir su contrato sin fallar.

Crítica de Hitman, agente 47:

La historia se centra en el agente 47 (Rupert Friend), un asesino nato ( y nunca mejor dicho ) modificado genéticamente para ser especialmente infalible en el arte de matar. Enfundado en su traje negro salpicado de una corbata roja y acompañado siempre por sus dos pistolas, 47 no conoce el miedo, ni la duda antes de apretar el gatillo, no siente nada, los sentimientos le sobran, le entorpecen en su labor. Su última misión es buscar a una joven que parece guardar grandes secretos, sin embargo, no es él único que busca a esta mujer, el Sindicato, una corporación que planea desenterrar los experimentos que fueron llevados acabo para crear agentes como 47, también la busca pues Katia (Hannah Ware) parece ser la clave de todo. Uno de los pocos aciertos del guión es precisamente el hecho de que en los primeros veinte minutos de película se da una imagen de la situación que no es para nada lo que parece, de hecho de confesar que al principio del film yo tenía una idea muy equivocada del que a priori parecía ser el verdadero objetivo del agente 47, y de hecho, la presencia del personaje de Zachary Quinto, John Smith, crea una percepción de errónea de la identificación de “buenos” y “malos”, lo que hace que sea precisamente el primer tercio de la historia lo mejor del film.

Sin embargo a partir de ahí todo se va haciendo cada vez más y más predecible, la acción y los viajes (instantáneos) por el mundo desencadenan un ritmo que si bien siendo espectacular, se convierte en mero instrumento para plasmar mucha acción (y muchos coches rojos de la marca Audi) en pantalla pero sin demasiado carisma, que poco a poco se aleja más y más de la trama original y el estilo del vídeo juego. Sin embargo hay que decir que las secuencias de acción, aunque no tomen demasiado del carácter del material original, son espectaculares y están realmente bien rodadas (si, al contrario de lo que ocurre en el cine de acción actual donde en las secuencias de tiroteos y combates a la cámara le da por volverse loca para que no veamos nada con claridad, aquí se mantiene un pelin quieta para que podamos apreciar algo), y algunos decorados elegidos para la ocasión son realmente impresionantes y preciosistas, sobre todo el Jardín Colgante de Singapur, con algunas tomas realmente inspiradoras.

Respecto al elenco de actores, nada malo que decir al respecto, aunque si que es cierto que Zachary Quinto no logra entusiasmar y su personaje, aunque interesante al principio, se vuelve demasiado arquetípico y falto de profundidad hacia la segunda mitad de la película. Hannah Ware se revela aquí como una gran actriz para futuros films de acción, tiene encanto y despliega un cierto carisma que juega en favor del largometraje, es por ello una pena que su personaje esté tan mal desarrollado y sufra tantas transformaciones sentimentales en apenas un cuarto de hora que sea de todo menos verosímil o creíble. Eso si, como heroína de acción todo un fichaje. Y por supuesto Rupert Friend, posee una frialdad en sus gestos, un no sé qué insensible en su mirada que se convierte en una buena personificación de Hitman, sin embargo podría haber dado mucho más de si con un guión a la altura que bebiese más del material original y no buscará sentimentalizar al agente 47 para acercarlo más al público, Hitman no siente, Hitman dispara.

Así que estamos ante un film de acción entretenido a secas, no entusiasma ni como adaptación (probablemente la cinta de 2007 fuera más fiel) ni como película en sí, pero que he de decir que resulta espectacular en algunos momentos aunque no brille en su conjunto. No es ni de lejos tan devastadoramente infame como Dead or Alive o Doom, pero desde luego los fans de los vídeo juegos se merecen mucho más….y los amantes del buen cine también.