Michelangelo, Raphael, Donatello y Leonardo han vuelto de la mano de Jonathan Liebesman, y con la pasta de Michael Bay las Tortugas Ninja han vuelto a nuestras pantallas.
Aun recuerdo cuando de pequeño, allá por el 1990, entré al cine a ver la primera de las películas de Las Tortugas Nija. Recuerdo que con la entrada regalaban una camiseta de ellas cuatro, camiseta que guardé durante mucho tiempo con cariño y la llevé con orgullo (soy así). Aquellas tortugas fueron la delicia de muchos jóvenes. Como ocurre con todo remake siempre te entra la desconfianza de primeras ¿serán igual de divertidas? ¿tendrán la misma chispa? ¿sentiré lo mismo viendolas? pues claro que no, aquellas las vi con 12 años y esta las veré pasado ya los treinta y pico (haced las cuentas si queréis, jejeje). Cada película tiene su significado según el momento en el que la ves, y igual te puede gustar una película y años después ya no y a la inversa, a veces no te gusta y un revisionado pues te hace comprenderla mejor. Pero Las Tortugas Ninja son y serán un producto juvenil de entretenimiento, y eso siguen siendo. Al enterarme del estreno de esta nueva versión decidí volver a ver las dos originales con mi hijo (tiene 5 años y medio) y realmente quedó encantado, y encantado está de la actual serie de animación. Y no dudo que en cuanto vea esta película quedará encantadísimo.
Después de esta larga introducción vayamos al plato principal, Las Tortugas Ninja de este año.
Más digitales (o totalmente digitales) pero eso no es malo o no desentona en la pantalla. Claro está que esto les permite unos movimientos y unas acrobacias imposibles si los tuvieran que hacer actores de verdad y unos planos impresionantes pero a la vez se las ve más reales, no de gomaespuma. Pero de eso se trata esta película, de renovar a estas tortugas mutantes y adaptarlas a las ciencias cinematográficas actuales. Eso sí, con un guión básico, divertido pero plano y no muy desarrollado y que en ocasiones se coge con pinzas, pero no seamos muy tiquismiquis con eso, que al fin y al cabo sabemos que vamos a ver una película de aventuras, acción y destinada a un público juvenil.
La película es bastante simpática y la personalidad de cada tortugas es bastante marcada y os divertiréis con los tira y afloja entre ellos. Debo decir que con esta película consigo distinguir que tortuga es cada una, con las otras pelis siempre me liaba con los nombres pero en esta cada una es diferente y logras individualizarlas un poco más.
La película lleva el sello de Michael Bay, acción a raudales, destellos más exagerados que los de J.J.Abrams, y una chica cañón que se contonea durante toda la película, que es en este caso una conocida de Bay, Megan Fox en el papel de la periodista protagonista April O'Neil.
Megan Fox ya sabemos que como actriz no destaca demasiado, pero si se trata de lucir palmito lo hace como ninguna y eso es su cometido en este film. No le demos más vueltas.
Acompañan a Megan y a las Torutgas Will Arnett y William Fichtner, otros dos destacados en la trama principal.
El villano en cuestión, Shredder si que debo decir que lo encuentro un pelín exagerado en cuanto a su armadura y armamento, parece más un transformer que un samurai pertrechado. Curiosamente es la pega más grande a mi parecer. Podrían haberse comedido un poco. Y vosotros os preguntaréis ¿hay cuatro tortugas ninja gigantes y le encuentras pegas de exageración a un villano con un traje robótico?, pues sí ya que las cuatro tortugas son mutantes y se les permite las acrobacias y hay que pensar que el que lleva ese traje es un humano y. Solo eso.
En fin, resumiendo. Es una buena película juvenil que se hace amena y entretenida, con una gran calidad visual y que hará las delicias de los más jóvenes de la casa. a los más mayorcitos si somos capaces de quitarnos de la cabeza las otras y ver esta película sin hacer comparaciones podremos disfrutarla y pasar un rato agradable y divertido. No le busquéis mucho sentido filosófico y un trasfondo profundo que no lo tiene.
Hast la próxima. Sed bueeeeeeeeenos!
“Hay dos clases de personas en el mundo, los triunfadores y los fracasados, en el interior de cada uno de vosotros, en lo más hondo de vuestro ser, hay un ganador escondido a la espera de comerse todo el mundo.”
Pequeña Miss Sunshine