En el año 2012, en plena fiebre adolescente generada por el fenómeno de los vampiros 'estilizados' de la saga de "Crepúsculo", y demás imitaciones que, salvando las distancias, fueron apareciendo, tales como: "Soy el número cuatro" (D.J. Caruso, 2011) o "The Host" (Andrew Niccol, 2012); apareció la primera entrega de "Los juegos del hambre", sin hacer demasiado ruido, y bajo la falsa apariencia de ser una películas más para jovencitos, se fue desmarcando a raíz de una segunda parte notable, que dejaba entrever que su premisa tenía una historia con más enjundia de la que habitualmente suelen tener este tipo de propuestas.
Los paralelismos con la clásica novela de George Orwell, "1984", son más que evidentes, como ese afán del estado de someter a un control asfixiante y a una propaganda alienante a la gente pobre (que vive en los distintos distritos que conforman la 'Panem'), suprimiendo todo derecho, condenándolos a una existencia poco más que miserable, y usando todos los medios disponibles para imponer su autoritaria ley.
A pesar de que en un principio pueda parecer innecesario el hecho de haber dividido este último capítulo en dos (claramente por exigencias de la productora, con el fin de doblar beneficios), a diferencia de, por ejemplo la saga de "El Hobbit" de Peter Jackson, en el que se ha estirado tanto las tramas que incluso llega a límites tediosos, aburriendo al más curtido, y dando la sensación de que te están sacando los 'cuartos' del bolsillo de forma descarada. Esta primera entrega del "Sinsajo" demuestra ser una parte esencial en la historia, profundizando bastante en las inquietudes y motivaciones de los personajes, y erigiéndose como una transición necesaria a su apoteósico broche final.
La estructura argumental cambia de forma evidente, tras el final de la segunda entrega cuando nuestra protagonista, Katniss Everdeen, acabó definitivamente con 'los juegos del hambre', marcando las directrices a seguir en la inminente guerra, preparando a su estandarte Katniss, y dándole los motivos necesarios para que lidere la revolución de los distritos. La actriz Jennifer Lawrence ofrece una interpretación convincente, demostrando su gran estado de forma y como una de las sensaciones del Hollywood actual; además, el elenco de secundarios es muy bueno, compuesto por actores del talante de Julianne Moore, Stanley Tucci, Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Donald Sutherland, Jeffrey Wright, o el malogrado Phillip Seymour Hoffman, siendo ésta posiblemente su última película.
En resumidas cuentas, esta primera parte del "Sinsajo" es una película muy interesante, realizada de forma inteligente por su director Francis Lawrence (responsable de "Soy Leyenda"), con una factura técnica notable, y con una premisa que sirve de enlace perfecto a su esperado capítulo final.
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