Crítica de Neon Genesis Evangelion y The End of Evangelion

Publicado el 12 agosto 2016 por Magnusdagon

Vista entera Neon Genesis Evangelion, así como la película The End of Evangelion que la complementa y cierra, y debo decir que, tras haberme informado sobre muchos detalles concretos, es un buen anime pero creo que me he llevado una sensación más satisfactoria con series posteriores y en teoría deudoras de ella como RahXephon o Serial Experiment Lain. Comprendo y aprecio lo mucho que Evangelion supuso para el mundo del anime, y resulta impresionante que la serie, siendo de 1997, tenga unos referentes visuales y argumentales que no parecen haber envejecido nada en absoluto; en particular la película es un prodigio de imagen y estética, absolutamente vigente a día de hoy. Supuso además una brutal influencia en casi todos los animes posteriores, además de que revitalizó un género que en ese momento estaba medio muerto e impuso normas que hoy en día consideramos estándares, como los 26 capítulos de duración, el mayor presupuesto en animación, la profundidad psicológica de los personajes, hasta el aspecto de Rei ha sido imitado hasta la saciedad.

Sin embargo la serie goza de varios defectos que, por desgracia, también se convirtieron en estándares a imitar para muchas series posteriores, siendo el más notorio el final abierto, muy poco explicado y más basado en impresionar con las imágenes que en explicar qué leches está realmente pasando. En el caso de Evangelion resulta doblemente flagrante porque la serie avanza de manera constante con un argumento, entendible y muy trabajado y sutil, hasta un oscurantismo más que innecesario. El autor se fue obsesionando con la psicología a medida que la serie avanzaba (leía libros y libros sobre el tema, que le impactó debido a una larga depresión de cuatro años) y lo que eran cuidadas referencias mentales y emocionales (el prota, Shinji,  queriendo salir del Eva como simbología de la madurez, la pasividad-agresividad de Rei, las relaciones de ambos con los demás personajes y en especial con el padre de Shinji) se acaba convirtiendo en un rosario de neurosis compulsivas donde no falta nada de lo más raro, desde complejo de Edipo y Electra a adicción al sexo y Sombras Jungianas. Todo eso no es más que producto del emperramiento del autor, cuyo primer final de la serie, que ignora toda trama y se convierte en una introspección Lynchiana sin sentido, no satisfizo nada (y con razón) a los fans, a tal punto que incluso algunos le amenazaron anónimamente de muerte. Resulta significativo también que la primera imagen de la película que acompaña este post la haya obtenido de un artículo llamado 'del cine como terapia para sus autores'.

La película intenta arreglarlo pero, aunque el resultado resulta mejor, la excesiva instrospección sigue ahí (algo que lastraría muchos futuros animes, así como la idea que surge en el final fallido de 'al final todos están vivos en una realidad paralela', que arruina el final de tantos, tantísimos animes). la última escena de la película (y la última frase), de una libertad de interpretación llamativa, no ayuda tampoco, por muy fascinante que sea en términos paisajísticos. Pero esa interpretación abierta era justo lo que el autor buscaba, aun a costa de ignorar las peticiones de todos sus seguidores.

Otro gran fallo de la serie es su excesivo apoyo en la simbología religiosa, en especial la cristiana, que si bien al autor le podía parecer muy novedoso y original, a los occidentales nos resulta simplona porque se limita a referencias sin fondo ni sentido. Si buscaba algo estético, RahXephon lo hace mucho mejor con lo precolombino: en vez de soltar nombres de ángeles, lanzas de longinus y demás porque sí, sólo muestra sin nombrar, mucho más sutil y cuidado. Si buscaba algo argumental, incluso una serie más simple como Saint Seiya alcanza mayor grado de satisfacción con sus trabajadas explicaciones de mitología griega y constelaciones zodiacales.

Evangelion, resumiendo, creo que es una serie que resulta obligatorio ver: es historia viva del anime, en mi opinión más incluso que Akira o Ghost in the Shell, cuya influencia fue más cinematográfica. La serie en su desarrollo es excelente, entretenida y enganchante, y visualmente un prodigio: la forma medio humana de los Evas y abstracta de sus enemigos, los Ángeles, inspiraría a generaciones enteras por venir. Pero el terrible final abierto y sinsentido de la serie primero, y la orgía estética y gore de la película, después, lastrarían también un género que muchas veces no sabe cómo acabar y se pierde en la ambiguedad, la trama difuminada, la introspección y las escenas desagradables porque sí. Da qué pensar qué hubiera sido del anime si uno de sus mayores referentes hubiera sido redondo de principio a fin.