Accidentes de tráfico, infidelidades descubiertas, caídas por acantilados, cadáveres encontrados, robos a punta de pistola, arrestos por irrumpir en un cuartel de la Guardia Civil. Todos casos reales relacionados con ese videojuego gratuito que esconde los bichitos que el usuario ha de cazar en el mundo que nos rodea. La fiebre se ha extendido por medio mundo y tiene a gente de todas las edades completamente abducida. Un análisis de Nerve desde este prisma nos mostraría una ficción que camina dos pasos por detrás de la rocambolesca realidad. A pesar de ello, la pertinencia de este trabajo dirigido a espectadores que fluctúan entre la adolescencia y los 30 años, una vez completado su visionado, queda fuera de toda duda.
El filme aborda el tema de la sobreexposición a las redes sociales de la juventud y las consecuencias perniciosas que de ello puedan derivarse por medio de un relato en el que la viralidad de una aplicación multimedia provoca que infinidad de internautas se desvivan por saber quién juega, quién gana y quién pierde. La voz en off de Vee, la protagonista, nos describe un entretenimiento del que duda en tomar parte hasta que, arrastrada por las circunstancias, se ve totalmente inmersa en una peligrosa espiral que podría deparar cualquier tipo de final.
24 horas al día, 7 días a la semana. Como verdad o atrevimiento, pero sin verdad. Si superas los retos que se te plantean ganas cada vez más dinero, pero los desafíos se complican progresivamente. Si lo dejas, pierdes el botín acumulado. Prohibido delatarlo a la policía, la penalización sería muy severa. Si te limitas a ser observador simplemente contemplas en tu dispositivo cómo otros se arriesgan por afán crematístico, pero también de popularidad.
Como nos mostraba hace poco Money Monster, las imágenes que nos bombardean desde todo tipo de pantallas nos están convirtiendo en una sociedad de mirones. Disfrutamos viendo lo que les pasa a los demás sin pararnos a analizar ni juzgar aquello que nos llega a través de todos estos medios. Lo que en su primera mitad parecía otra tonta película para púberes, cortada por el mismo patrón que muchas de las que la han precedido, se termina convirtiendo en una llamada de atención a esta nueva generación digital que se limita a observar el mundo que proyecta internet, dando por válido cualquier contenido que aparece y capta su interés, sin criterio moral alguno.
A pesar de los típicos juegos malabares de guión para hilar una apoteosis lo suficientemente epatante, el relato se encuentra pergeñado de tal manera que, además de saber dirigirse a su audiencia potencial mediante un lenguaje perfectamente reconocible, consigue articular un entretenimiento con moraleja que funciona como un mecanismo de relojería sin dejar de resultar atractivo para otro tipo de espectador. Podemos dar por bien empleados los 96 minutos de duración y el importe de la entrada si esta cinta logra despertar cierto espíritu crítico entre su público objetivo en cuanto al uso y consumo que hace de la red de redes.
Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.
Copyright imágenes © Alison Shearmour Productions, Keep Your Head, Lionsgate, Supermarché. Cortesía de eOne Films Spain. Reservados todos los derechos.
Nerve
Dirección: Henry Joost y Ariel Schulman
Guión: Jessica Sharzer, a partir de la novela de Jeanne Ryan
Intérpretes: Emma Roberts, Dave Franco, Emily Meade, Miles Heizer
Música: Rob Simonsen
Fotografía: Michael Simmonds
Duración: 96 min.
Estados Unidos, 2016