Crítica de "Ocho apellidos catalanes", de Emilio Martínez Lázaro

Publicado el 28 noviembre 2015 por Mumbo @OMasti2012

"COMEDIETA" CON POCAS LUCESMi profesora de literatura que tuve en el instituto solía repetir muchas veces aquello de "Las prisas no son buenas consejeras", una frase que resume a la perfección el resultado global del filme que nos abarca, la secuela de "Ocho apellidos vascos", la película que pulverizó sorprendentemente todos los registros de la taquilla española el pasado año 2014. En esta ocasión, los artífices del filme trasladan la acción del País Vasco a un pequeño pueblo de Cataluña, en el que Koldo, tras enterarse de que su hija Amaia ha roto con Rafa y se ha enamorado de un catalán, decide entonces poner rumbo a Sevilla para convencer a Rafa de que lo acompañe a tierras catalanas para rescatar a Amaia de los brazos del joven y de su ambiente.


Teniendo en cuenta la evidente falta de frescura que rezuma de entrada el producto, esta apresurada secuela de "Ocho apellidos..." vuelve a repetir la misma fórmula de la primera entrega, cambiando los clichés vascos por los catalanes; sin embargo, un servidor esperaba algo más de mordiente, y que los guionistas hubieran incidido en las puyas sobre el enrarecido y candente tema político sobre la independencia. El hecho de que se haya realizado con prisas, con la premisa de explotar cuanto antes la "gallina de los huevos de oro", se ha notado muchísimo, plasmándose de sobremanera en el resultado global del filme... una comedia repetitiva, sosa, trillada a más no poder y sin apenas gracia. Quizás su momento más inspirado sea aquel en el que Karra Elejalde palmea descompasado en el 'tablao'; también una Rosa María Sarda en su salsa encarnando correctamente a una catalana de pura cepa y ese Berto Romero que parodia a un petulante 'hipster' (con barba postiza) bastante pasado de vueltas; además del ingenioso guiño a "Good Bye, Lenin!" y las reminiscencias patentes a la exitosa cinta noventera de Julia Roberts "La boda de mi mejor amigo" y al universo cinematográfico de Woody Allen, aquel que nos muestra a unos pintorescos personajes de clase media con sus enredos, pero evidentemente sin la maestría que atesora el maestro neoyorkino.





Convertida ya en el mejor estreno del cine español en lo que llevamos de año 2015, "Ocho apellidos catalanes" es más bien una 'comedieta' que solamente se puede disfrutar despojándose de cualquier tipo de expectativa, que entretiene sin más, un vodevil deslavazado en el que la premura por terminarla la ha lastrado considerablemente.
Reseña en colaboración con el Portal Comarcal y Cineapolis CC El Teler de Ontinyent.
Si quieres leer la crítica a través de la página del Portal Comarcal:
http://www.portalcomarcal.es/opinion/articulos-de-opinion/2015-11-27-11-55-08.html