Para su debut tras las cámaras, el director argentino Alejo Flah toma como punto de partida las claves de la comedia romántica, pero dándole un enfoque distinto, que consiste en alternar dos historias; en primer lugar la de un escritor que atraviesa una crisis y debe escribir una 'comedia romántica' por encargo, y la otra es la representación de la citada obra a medida que el escritor la va componiendo. A todo esto hay que añadirle la disección, que realiza el escritor, de los entresijos del subgénero, los cuales convierten a este filme en una propuesta muy interesante. El hecho de que ambas historias se vayan desgranando paralelamente ofrece al espectador que se compare la 'vida real cotidiana' con la vida en pareja dentro del marco de una comedia romántica, viéndose claramente las diferencias entre las dos.
Los actores están magníficos en sus distintos roles, destacando la buena química entre Marta Etura y uno de los actores de moda del cine español, Quim Gutiérrez, que interpretan respectivamente a la chica y el chico de la obra literaria del escritor, encarnado por un estupendo Ernesto Alterio. Quizás su punto flaco se encuentre en el desafortunado título del filme "Sexo fácil, películas tristes", que puede invitar a la confusión, ya que no tiene nada que ver con el argumento propiamente dicho de la película; sin embargo, se trata de una nimiedad que no entorpece para nada el resultado final de la propuesta.
En conclusión, "Sexo fácil, películas tristes" es una buena película, que le da una interesante vuelta de tuerca al subgénero de la comedia romántica, sin chistes escatológicos, humor de brocha gorda, ni escenas de destape, con un elenco actoral en estado de gracia, y tratando temas como el amor, la amistad y el humor... ingredientes básicos del cine y de la vida misma.