Crítica de TV: 'Da Vinci´s Demons' (piloto)

Publicado el 19 abril 2013 por Lapalomitamecanica
Una reinvención de Leonardo que funciona mejor de lo esperado

Nota: 6,5
Da Vinci´s Demons, en contra de lo que pueda dar a entender la utilización del nombre del genio renacentista, no es un drama de época centrado en las luces y sombras de uno de los hombres mas brillantes de la historia -que bien podía haber tenido su gracia-, sino que se trata de una apuesta que se enmarca dentro de la oferta más lúdica del testosterónico canal Starz, responsable de divertimentos sin prejuicios como Spartacus o la venidera Black Sails en su empeño por convertirse en la cadena palomitera por excelencia. En esta ocasión, la gracia se supone que está en un retrato del célebre Leonardo que va más allá del matemático, artista o visionario inventor que todos conocemos hasta algo más cercano al aventurero total: más sagaz que el propio Sherlock Holmes, con la misma afición a los ingenios mecánicos que el Q. de James Bond, tan seductor como el propio 007 y con unas habilidades en combate capaces de dejar a D'Artagnan en pañales. Todo, por supuesto, aliñado con una conspiración religiosa y sociedades secretas de por medio que parece salida de las entrañas del Dan Brown más regurgitado. Y lo más sorprendente de todo es que, a pesar de que la serie no ofrezca nada nuevo y se salte a la torera por igual el rigor histórico y las leyes de la física, el mejunje funciona a las mil maravillas para llenar un hueco semanal destinado al entretenimiento directo. 
La comparación con el personaje creado por Arthur Conan Doyle es de todo menos casual o cogida con pinzas, sobre todo en su última versión cinematográfica a cargo de Guy Ritchie y con Robert Downey Jr. de protagonista. Se nota y mucho que el productor, realizador y guionista del piloto, el habitualmente manco David S. Goyer, ha intentado replicar en la pequeña pantalla el tratamiento en clave aventurera de un personaje clásico con la suficiente mitología a su alrededor. Por el camino no se ha olvidado coger un poco de la historia de orígenes del Batman de Nolan que él mismo ayudó a escribir, con cueva y trauma infantil incluidos, y le ha añadido a la mezcla algo de thriller palaciego para que el derroche en decorados y vestuarios esté también justificado con la lección de historia alternativa. La excusa esta vez es un antiguo libro relacionado con Zaratustra, fundador de la corriente religiosa y filosófica conocida como mazdeísmo, que funciona como mcguffin en la sombra para todos aquellos que quieren abusar de sus secretos.

El punto de partida toma a un  Leonardo -Leo para los amigos- en torno a los 26 años (Tom Riley, visto en Monroe y House on Haunted Hill), cuando el genio ya había superado claramente a su maestro Verrocchio y se postulaba como uno de los mejores artesanos del incipiente Renacimiento al norte de Italia, y nos lo presenta ansioso por convertirse en el ingeniero militar del señor de Florencia, Lorenzo de Médici (Elliot Cowan), para así disfrutar de un cheque en blanco a la hora de realizar sus cachibaches mientras, como quién no quiere la cosa, se va acercando a la amante de su mecenas: una Lucrecia (Laura Haddock) tan exhuberante y maquiavélica como la describen los libros. En términos de rigor histórico el tratamiento de un contexto tan rico rebosa la profundidad que cabría esperar acorde al tono pirotécnico de la propuesta, sirviéndose únicamente de los miembros más relevantes de conocidas familias de la época como los Médici, los Pazzi o el propio Papa Sixto IV (James Faulkner) para configurar tramas mafiosas en la mejor línea 'podría haber pasado aunque sabemos que no' del Assassin´s Creed II y sus desmejoradas secuelas. Sin embargo, la recreación de la ciudad italiana de mediados del siglo XV es simplemente brillante a la par que generosa en sus planos aéreos, aunque peque de ese gusto algo cansino de Goyer por las alteraciones del tiempo en los movimientos de cámara.
Donde si se puede encontrar un claro abuso, pensado para reforzar el universo propio de la serie, aunque con un efecto totalmente contrario, es en el aspecto encuerado que lucen todos y cada uno de los personajes, empezando por la chupa de motero que calza el propio Leonardo hasta las levitas negro brillante de todo aquel susceptible de ser un esbirro. En general, todo lo que no sean edificios tiene en Da Vinci´s Demons un aire steampunk muy cercano al de célebres fostiazos como la última adaptación de Los Tres Mosqueteros, La Liga de los Hombres Extraordinarios o Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas, por no hablar de las increíbles creaciones de las que es capaz el protagonista en sus ratos libres, cuando logra sacar tiempo entre acostarse con la modelo de sus retratos y ponerse hasta las trancas de un opio de primera que le ha regalado un mago turco que pasaba por ahí. 

A pesar de que la única invención de la función sea el retrato tan oportuno como falso de Leonardo Da Vinci, reconvertido en pensador, guerrero, espía y alquimista, todo en uno; en su gusto por el exceso y respeto a la fórmula, Goyer ha sabido trasladar un talento como realizador demasiado cercano a la serie B -suyas son Blade Trinity y La Semilla del Mal- hacia un refugio idóneo como es el canal Starz. Esta vez la propuesta se aleja de la grandilocuencia de su primer esfuerzo televisivo, la mal planteada FlashForward, y se ajusta por completo a la visión comiquera de la que siempre ha hecho gala para fabricar un parque de atracciones endiabladamente entretenido, aunque eso suponga violar por el camino sin vaselina ni cariño -y recordad, mucho cuero- a uno de los personajes históricos más célebres. Y es que, al igual que ha demostrado recientemente otro estreno algo más rancio como Arrow, aún queda un hueco por llenar en una pequeña pantalla saturada de dramas y comedias.


A continuación os dejo los títulos de crédito de la serie, cuya música ha compuesto el gran Bear McCreary.