Nota: 8
Desde que comenzó el año televisivo no hemos hecho más que reiterar la decepción que están resultando la mayor parte de las propuestas que nos llegaban del otro lado del charco. A pesar de que la midseason también parecía que iba a suponer la confirmación de un año de agotamiento de ideas tras ver los escabrosos pilotos de The Cult o de la esperada The Following, al final la balanza se ha compensado con series debutantes como la emitida por History Channel, Vikings -la cual se ha consolidado según han transcurrido los capítulos-, Bates Motel –que tras un notable comienzo titubea pero no dejar de cumplir su función-, la hilarante Da Vinci´s Demons -el pecado culpable- o por supuesto quizás uno de los mejores estrenos del año, Hannibal, cuya depravación va in crescendo capítulo a capítulo. Qué duda cabe de que The Americans ha sido uno de esos grandes estrenos concibiendo una primera temporada sensacional que ha servido de marco de presentación de una Guerra Fría que aún está lejos de calentarse y no ha hecho más que arrancar motores.
La serie emitida por la cadena de pago FX ha conseguido perfilar una temporada debutante sensacional, comenzando por un piloto abrumador que inevitablemente capta tu atención hasta un final de temporada que demuestra de qué pasta está hecha esta serie, alejada de odiosos cliffhangers o fuegos de artificio para ocultar sus carencias. No obstante, tras años siguiendo la televisión yanki ya sabemos cómo se despacha este negocio, y es que hasta la segunda temporada no sabremos si estamos verdaderamente hablando de una serie destinada a codearse con los grandes o simplemente ha resultado un tiro de fortuna que nunca más volveremos a contemplar -que se lo digan a Tim Kring y su denostada Héroes- . Sea como fuere, es indiscutible que hasta la fecha de hoy, The Americans se ha mostrado como serial sobresaliente que sabe beber de muchos géneros sin estancarse en ninguno y que permite lecturas diferentes sobre lo que verdaderamente esta serie intenta enfocar.