En su tercera incursión tras las cámaras, Angelina Jolie nos trae este biopic donde nos narra la historia de Louis Zamperini, soldado estadounidense con raíces italianas que representó a su país en las olimpiadas de Berlín en 1936 y que posteriormente combatió en la Segunda Guerra Mundial.
Crítica de Unbroken
Unbroken intenta a partes iguales plantar varias semillas en diferentes campos, buscando de esta manera armar el cuerpo narrativo de una mayor solidez, a su vez escalonando una sucesión de momentos emotivos para hacer que el espectador suelte alguna lagrimilla fácil en la butaca. El patriotismo, la superación personal, el sacrificio por aquellos con los que se combate y el perdón, son los pilares bajo los que se sustenta el guion de Joel y Ethan Cohen (Fargo, Muerte entre las flores), los cuales han adaptado a la pantalla el libro Unbroken: A World War II of Survival, Resilience and Redemtion, de Laura Hillenbrand, donde se narra la historia de Louis Zamperini que tras sus cuarenta y siete días a la deriva en el pacífico acaba siendo rescatado por soldados japoneses y llevado a un campo de prisioneros.
El caso es que el proyecto originariamente no iba a ser dirigido por la señorita Jolie y ni mucho menos escrito por los hermanos Cohen, hecho que puede haber afectado a la desestructuración de la cinta, dado que encontramos momentos con una gran carga narrativa y emocional con el contra punto de otros que llenan de hastío al espectador. Lo que más me enfurece es que el timing se rompa por forzar la estructura de la película a un momento final que debería de dejar al espectador en un baño de lágrimas. No todo es malo durante las más de dos horas que nos plantamos frente a la pantalla, la primera parte de esta descafeinada biografía está muy bien dirigida con una sutil alternancia de flashbacks, aderezado con unas más que dignas elipsis, además no voy a negar que puede tener madera de buena directora Angelina Jolie, pero no es que le falte mucho, le falta por cruzar un enorme abismo para llegar a alcanzar a formar su sello como directora.
Hace mucho tiempo un boxeador que se sabía más viejo y en menor condición física que su contrincante decidió afrontar el combate de una manera hasta ese momento nunca vista. Durante siete brutales asaltos este mermado boxeador aguanto los golpes de su adversario, incluso le susurraba al oído que sus golpes no le hacían ningún daño. Pero cuando el joven boxeador llegó al octavo asalto exhausto y casi sin fuerza en sus brazos, el viejo boxeador que tenía frente a él guardaba una bala en la recámara. Ese boxeador algo viejo y no en su mejor momento era Muhamad Ali y el joven que acabó mordiendo la lona era George Foreman, en el mítico combate de Kinsasa en el año 1974. Y hago uso de esta analogía para demostrar que el gran fallo que comete Jolie con Unbroken es el de diseminar durante todo la película pequeños momentos como el del octavo asalto de Ali, la curva que se crea para llegar a ese momento acaba teniendo picos de intensidad que como ya comentaba anteriormente rompen por completo el ritmo y el interés del espectador.
En definitiva Angelina Jolie precipita su carrera como directora no por el talento, cosa que no le falta para triunfar en este campo, sino porque es más que probable que haya decidido escalar una montaña cuando debería de haber elegido primero una ladera. Es a veces cuando afrontamos un proyecto menor cuando más sale a la luz todo nuestro potencial.