Ya expliqué en este artículo hace unos meses lo mucho que le debemos a The X Files. Sobran los motivos para encumbrar la mítica serie de Chris Carter por lo que fue, pero ahora cabe preguntarse qué es ahora. ¿Ha sabido adaptarse bien a los nuevos tiempos? Su décima temporada, salvando los estupendos tercer y cuarto episodios, no fue especialmente memorable ni inteligente. Y ahora, llegados a la onceava (¿la última de Gillian Anderson?), "My Struggle III" trata de reconducir una trama torpe y apresurada por el buen camino... lográndolo solo a medias.
¡Spoilers del episodio!
Lo verdaderamente paranormal de The X Files es lo bien que le sientan los años a Gillian... lo cual ayuda a reforzar la famosa teoría de que Scully es inmortal.
El final de la décima temporada, visto en retrospectiva, se siente como un gran desastre que se le fue de las manos a Chris Carter y compañía. Es por eso que resulta lógico que la única forma que hayan tenido de resolverlo sea convirtiéndolo en un sueño de Scully. ¿Es una jugada cutre? Cutre no: lamentable. Pero debemos hacer un esfuerzo y perdonarles, porque "My Struggle III" se siente como un reinicio en toda regla que busca asentar las bases de un nuevo arco de temporada, esperemos, más consistente y mucho mejor llevado. La voz en narración de Mulder a lo largo del episodio nos explicará con máximo detalle, como si fuéramos tontitos, todo lo que está pasando y qué está en juego.
Echo en falta la X Files más sutil de los 90'. "My Struggle III" tiene muchos puntos mejorables como episodio, y uno de ellos es, en mi opinión, que nos suelta la información demasiado en la cara... quizá para atraer nuevos espectadores, o para reenganchar a los que no recordaban tramas pasadas, pero lo cierto es que plantea todas las cuestiones con claridad demasiado cristalina. Esas constantes alusiones a que Mulder es hijo del Fumador, como si se nos hubiera olvidado, hacen que se pierda parte del encanto de una trama que antes se llevaba de forma mucho más enigmática. Pero lo peor de "My Struggle III" son los recursos tan básicos de acción que se usan para mantener la atención, como las interminables persecuciones en coche que terminaban siendo bastante tediosas, dando al episodio un ritmo que pretendía ser "adrenalítico" pero que al final rozaba el sopor.
Otra de las cosas que le encanta a Chris Carter es que Scully se lleve más palos que una estera vieja. Aunque mini punto por esa conexión tan "molona" entre ella y su hijo.
Pero no todo es negativo, y es que hay cosas que sí han funcionado bien en "My Struggle III". El comienzo tan jugoso, homenaje a la gran trayectoria del Fumador, era una inquietante y poderosísima oda a los mejores tiempos de la serie. El capítulo, además, ha dado por fin la atención merecida al personajazo de Walter Skinner, que la temporada pasada estuvo completamente dejado de lado. Y lo que es mejor: hemos tenido muchas escenas con Mulder y Scully juntos, luchando por salvarse el uno al otro... lo cual constituye, al final del día, la auténtica esencia de The X Files. Todo eso ha estado muy bien, aunque el episodio al final resulte de todo menos épico.
Siento que ha sido, como decía, bastante básico. Quizá porque quería ser un reinicio, quizá porque quería dejar las cosas muy claras, pero lo cierto es que se han pasao. ¿Nos han contado algo nuevo realmente? ¿Hemos avanzado? Yo me he quedado igual, si os soy sincero. Bueno, miento. No igual... asqueado. Porque la tan comentada revelación de que el Fumador es el padre biológico del hijo de Scully es la peor mierda que se le ha ocurrido a Chris Carter en su puta vida. Y ni siquiera si luego resultase ser mentira podría perdonarle semejante repugnancia innecesaria. Ya sabíamos que William está en peligro y le quiere encontrar hasta la vecina del 5º... ¿qué necesidad había de retorcer así la trama? ¿De destrozar lo más puro y bonito que había logrado The X Files? NINGUNA.
Por tanto: bien, The X Files, por rescatar personajes icónicos, ahondar en un villano tan fascinante como el Fumador y enfrentar a Mulder y Scully al mayor reto de sus vidas, que no es otro que salvarse el uno al otro (mucho más importante que salvar al mundo) y encontrar a su hijo. ¿Me oyes, Chris? SU hijo, de ellos. ¿Lo peor? Que no es un comienzo de temporada bueno. Sí prometedor, sí con puntos correctos a destacar, pero poco memorable en sí mismo. Creo que The X Files puede, y debe, ser mucho más inteligente y estimulante que esta carta de presentación de temporada tan básica que nos ha dejado como regalo de despedida... lo impensable. Lo peor. EL asco. Pero habrá que seguir atentos y no fiarnos de nada... porque en "believe", como adelanta la intro, se esconde la mentira, y The X Files se debe guardar varios as bajo la manga.
¿Qué os ha parecido a vosotros? ¿Tenéis esperanzas en lo que queda de temporada? Yo, sinceramente, no sé que esperar... estoy emocionado, pero también tengo miedito.
PD: Esto de destrozar al personaje de Reyes convirtiéndola en la lameculos profesional del Fumador... ya podría terminarse, ¿no? Asumo que Reyes también tiene un as sobre la manga, pero verla así tanto tiempo ya empieza a cansar.
Isidro López (@Drolope)