¿Cual ha sido la persona más mayor que has detenido? Con esta pregunta empieza el quinto episodio de Brooklyn Nine-Nine que, como ya estoy empezando a darme cuenta, parece que no va a pasar de los cuatro millones de espectadores hasta la season finale. Aunque a mí me sigue agradando.
La historia principal fue bastante interesante. Al parecer, un detective de la ciudad, conocido como "El buitre", se dedica a terminar ese 2% que queda para resolver un caso y luego se atribuye todo el caso. Y eso a los demás detectives no les gusta nada, es más, lo odian.
La gota que colma el vaso es cuando a "El buitre" le es atribuido un caso que pertenecía al detective del precinto 99, Jake Peralta, tras no involucrar a sus compañeros en casos anteriores. Y, en este caso, Jake debe vengarse sea como sea.
Por otro lado, el capitán Ray Holt decide llevar al sargento Terry Jeffords a un campo de tiro. Pero solo estarán ellos dos y Gina y, aunque parezca que solo lo hacen para practicar, he de decir que hay segundas intenciones.
Al parecer, si Terry acertaba 8 tiros en el blanco, le renovarían su licencia de armas y podría volver a la acción, tras su terrible accidente del peluche con Jake Peralta, y que luego descubrimos que no fue la única vez.
Cuando ya le han plastificado la moto del detective, deciden una venganza mejor. Resolver el caso de "El buitre", y por eso se reúnen en el apartamento donde se encuentran todas las pruebas. Al parecer, la mujer de la víctima fue quien mató a su marido con una sacacorchos magnético y que se había quedado pegado en la pared metálica de un conducto que llevaba a un contenedor.
Terry, después de saber por qué esta allí, consigue acertar los ocho tiros. Con lo que se le volverá a dar su licencia de armas y estará en primera línea de fuego. A Ray Holt no le va tan bien, ya que, por culpa de que sus detectives consiguieran resolver el caso de "El buitre" borrachos, está metido en un buen lío.
Por suerte, Jake admite ser el culpable de toda la operación y, para que todos se vayan de rositas, le entrega a "El buitre" la última prueba que han descubierto, haciendo que este pueda atribuirse el mérito y que les deje en paz.
El mejor personaje del capítulo ha sido, para mí, Terry Jeffords. Creo que ha estado muy divertido, sobre todo recordando sus miedos, lo que ha hecho que no consiga fijarme tanto en los otros personajes.
En cambio, esta vez, Jake Peralta no me ha gustado mucho. Aunque ha tenido buenos momentos, sus gestos para intentar hacernos reír, como cuando ha caminado lentamente para salir del despacho, siguen sin convencerme. Creo que este no ha sido uno de sus mejores días, aunque no sé si él lo sabrá.
En cambio, en el momento del autobús, he podido llegar a notar brevemente cierta química entre Amy y Jack, aunque no me haya pasado lo mismo con Charles Boyle y Rosa Díaz, ya que son demasiado diferentes como para que los guionistas quieran juntarlos.
Mi escena favorita ha sido cuando "El buitre" entra a gritos en una casa y diciendo lo típico de "¡Arriba las manos!", fastidiando todo el plan a la detective Rosa Díaz. Y, aunque no lo he comentado, este personaje también me ha divertido mucho.
Conclusión: El capítulo ha tenido unos cuantos momentos graciosos, pero la audiencia sigue siendo insuficiente, pese al aumento. Andy Samberg deberá conseguir que su personaje parezca un poco más serio y dejar de hacer sus estúpidas gracias.
Adrià Tent (@wieder_blutbad)