Crítica del 2x01 "Through a Glass, Darkly" de Outlander: Cambiando las reglas del juego

Publicado el 10 abril 2016 por Dro @Drolope

¡Por fin ha vuelto! Tras largos meses de espera, amenizados por una serie de elegantísimas (y muy sexys) fotos promocionales con las que Starz ha intentado aliviar nuestro mono, Outlander ha regresado con la que promete ser una muy intensa segunda temporada. Una temporada, por otra parte, que ha regresado de una manera que no esperaba. Y es que, desde el principio del episodio, yo mismo me sentí tan desubicado como Claire. "Through a Glass, Darkly" replantea el concepto mismo de la serie, llevándonos a mirar la historia desde otra perspectiva. Sigue siendo Outlander en estado puro, de eso no hay duda, aunque puede que a mí y a algunos fans más nos lleve un tiempo acostumbrarnos a esta nueva realidad...
Spoilers!] El finale de la primera temporada, "To Ransom a Man's Soul", anunciaba un cambio de escenario: las colinas verdes y hechizadas de Escocia iban a ser sustituidas por la pomposidad y el encanto de París, con toda la nostalgia y las nuevas posibilidades que eso conllevaba. Pero yo, que no he leído (aún) las novelas de Diana Gabaldon, no tenía ni idea de que ese iba a ser, de hecho, uno de los cambios menores. Porque el gran bombazo, totalmente inesperado, ha sido el ver a Claire de vuelta en los años 40'. ¿Recordáis la intención de Claire y Jamie de evitar la famosa batalla de Culloden de 1746, que supondría el principio del fin del sistema de clanes en Escocia? La idea de cambiar el tiempo me parecía una premisa jugosa y emocionante, pero ha sido desechada antes de lo que me hubiera gustado: el tiempo no podrá ser cambiado, porque Culloden es un punto fijo en el tiempo (guiño friki para los que seáis también fans de Doctor Who). Esa es la dolorosa realidad con que Claire se topa en 1948.

Reconectando con el primer amor


"Through a Glass, Darkly" reencuentra a Claire con Frank, y lo hace de una manera que no habría sido la esperada por ambos. La Claire con que se encuentra Frank no es la misma que vimos en aquella hermosa escena del 1x08 "Both Sides Now", cuando corría campo a través hacia Craigh Na Dun -antes de ser atrapada por los soldados ingleses-, en su intento de volver hacia Frank. Porque ahora ha pasado demasiado tiempo, y demasiadas cosas. Y es en este contexto en el que tanto Tobias Menzies como Caitriona Balfe se marcan una actuación inmensa: podemos comprender perfectamente el dolor de ambos, ese choque entre un hombre con el corazón roto que quiere recuperar a su esposa, y una mujer que carga con demasiadas cicatrices y con un nuevo amor, ardiente y mucho más cercano que el de Frank. Outlander sigue demostrando, de esta forma, una profunda comprensión del corazón humano; una sensibilidad y fuerza dramática de la que realmente pueden presumir pocas series.
¿Cómo puede ser TAN preciosa?
La historia con Jamie Fraser ya no es el presente de Claire. Ahora, es su "pasado". Y, sin embargo, mientras ella tiende la mano a Frank y a la nueva vida que le ofrece en Boston, la cámara nos transporta con un juego de planos brillante a Jamie y al puerto en Francia. Ese movimiento está cargado de un simbolismo tan evidente como efectivo: el tiempo es caótico, irrelevante para Claire, porque su corazón siempre está dividido entre dos hombres, da igual cuál sea la época o el lugar en que nos situemos. Y tampoco importa que nosotros, como espectadores, sepamos que el final del camino es la masacre inevitable de Culloden, porque lo que importa es el viaje en sí mismo. Un viaje que, en el primer segundo en que vemos a Jamie (ese galán que todos y todas adoramos), sabemos que va a seguir siendo emocionante. 

Nuevos enemigos



La mayoría del episodio ha estado centrado en explorar la nueva dinámica entre Claire y Frank, pero también hemos podido tener una pincelada de lo que va a ser la nueva trama en Francia. Claire, una mujer que no pide permiso -se abre paso ella misma-, no ha tardado ni cinco segundos en forjarse un nuevo enemigo al alertar a las autoridades de que unos marineros estaban infectados de viruela, tratando de impedir su propagación por la villa. Durante el siglo XVIII esta enfermedad se extendió enormemente por Europa y causó estragos en la población, e incluso entre las élites. Luis I es el monarca más breve de la historia de España precisamente porque falleció de viruela. Pero todo esto, naturalmente, no importó al capitán, que tuvo que ver cómo su barco era quemado. La mirada que echa a Claire al final del episodio es muy inquietante. ¿Nos encontramos ante el nuevo Randall francés?

"Through a Glass, Darkly" ha sido, en definitiva, un episodio que al principio costaba asimilar, que trae cambios importantísimos, pero que sigue cautivándome de una manera en que solo Outlander sabe hacerlo. Duro, intrigante y emotivo a partes iguales, se trata de un regreso que deja entrever el enorme potencial que tiene esta segunda temporada. Con suerte, llegará a brillar tanto como la primera, ¡o incluso más si todo sigue yendo tan bien! París, su lujo y las conspiraciones jacobitas, como digo, pueden llegar a dar mucho de sí, aunque también debo reconocer que echaré mucho de menos Escocia. De momento, Jamie queda al cargo del negocio de su primo, con todo lo que ello conlleva: nuevo escenario, nuevos personajes por conocer... y nuevos enemigos que ya empezamos a atisbar.
PD: Todas las semanas me pasaré por aquí sacando mi vena más fanboy y haciendo la crítica de cada episodio. Sois más que bienvenidos y bienvenidas a compartir con los demás fans cualquier aporte, idea u opinión que tengáis sobre la serie en la sección de comentarios. ¡Hasta la próxima!

Isidro López (@Drolope)