Crítica del 2x13 "Mizumono" de Hannibal

Publicado el 25 mayo 2014 por Dro @Drolope

Sabíamos que sería impactante. Sabíamos que sería una ida de olla de proporciones bíblicas. Efectivamente, sabíamos todo eso de antemano, pero lo que no podíamos saber ni prever era que el season finale de la segunda temporada de Hannibal iba a superar por completo todas las expectativas -que eran muchas- y a convertirse en el episodio más explosivo y sincero de la serie. Se ha tratado de un capítulo que bien podría haber funcionado como cierre de toda esta obra macabra de Fuller, pero afortunadamente sabemos que existirá una continuación en la ya confirmada tercera temporada. Sigo impresionado, aún me cuesta digerir lo visto y encontrar las palabras adecuadas para hablar del episodio, pero haré un esfuerzo y trataré de contaros, con spoilers, lo que ha supuesto para mí este season finale y la temporada en general. Todos vosotros también sois más que bienvenidos, como siempre, a expresaros en la sección de comentarios y a compartir vuestras impresiones con los demás espectadores de Hannibal. A partir de aquí, crítica del 2x13 "Mizumoko":
Un capítulo tan especial como este, que Bryan Fuller debió idear como fin de serie en caso de una posible cancelación por parte de la NCB, era una ocasión que merecía la presencia de todos los personajes relevantes que han pasado por Hannibal. Excepto los hermanos Verger (que cerraron, de momento, su trama en el episodio anterior) y los personajes que ya han sido digeridos por Hannibal Lecter, el resto han tenido en su mayoría al menos alguna escena para lucirse. Y los protagonistas, por supuesto, se han lucido en todas.
Will Graham y Jack Cranford, apoyados por Alana Bloom, apostaron todo lo que tenían para hacerle jaque mate a Hannibal Lecter. Eran conscientes de que alguien tan meticuloso como él solo podría ser pillado in fraganti, por lo que trazaron un plan para que Hannibal creyese que Will le apoyaba en la tarea de asesinar a Jack. Llegados a este punto es cuando regresa el personaje de Cynthia Nixon, la superior de Jack, y les arruina a todos la fiesta con sus "estáis induciendo a Hannibal a cometer un asesinato", sus "en realidad solo tenemos pruebas de que haya asesinado Will" y demás blablablá. Básicamente, esa mujer es como el perro del hortelano; ni come, ni deja comer. Podemos entender que actúe de esa forma, porque lógica no le falta, pero lo que ya es más difícil de explicar es lo inútiles y mendrugos que son todos en el FBI excepto Jack y Will. Qué menos que ponerle vigilancia a Hannibal teniendo tanto en su contra o hacer algún movimiento, ¿no? O al menos cancelar su pasaporte de verdad. Hay que reconocer que nadie podía prever que sucedería lo que iba a suceder y que, desde el punto de vista de ella, Jack y Will estaban actuando como paranoicos, quebrantando la ley, pero aún así se me hace difícil tratar de justificar esta actitud tan pasiva por parte de los mandamases del FBI. Se confiaron demasiado y cometieron errores de novatos.

La mente de detrás de esta jugada, la de Will, también se confió y creyó tener bajo control a Hannibal. Ciertamente, lo tenía hasta cierto punto, pero cometió el mismo error que Alana en el 2x11 "Kō No Mono" y no tuvo en cuenta el olfato exquisito de Hannibal. Esto es para morirse. Will vio a Freddie Lounds antes de quedar con Hannibal y él se olió a la pelirroja. Literalmente. ¿Deberíamos calificar esto de poético, de brillante, de ridículo...? Es creíble que un cocinero experto pueda reconocer un perfume u olor que se haya quedado en su inconsciente, y más cuando ya había visto varias veces a Freddie, pero no puedo dejar de sentir que Hannibal, si bien tiene una inteligencia extraordinaria, también tiene una suerte que lo es aún más. Y por cierto, ¿no es divertido pensar que Freddie ha resultado ser prácticamente la única que ha terminado la temporada sin un solo rasguño, feliz como una perdiz y con un futuro best-seller asegurado? Ella será la que cuente la historia de la serie al mundo.

No hay tiempo que perder. Las cartas están sobre la mesa y hasta la vecina del cuarto sabe que Hannibal es el Destripador de Chesapeake. Jack, consciente de que se lo está jugando todo, se despide de su mujer con un beso lleno de ternura en la frente (pero qué mono es este hombre) y se dirige a la casa de Hannibal. "Este es el momento de mayor claridad de nuestra amistad" le dice Jack a Hannibal, dolido, consciente de que no podrá evitar lo que va a suceder mientras Hannibal mira con cara de malo el cuchillo de su ensalada. La escena letal del 2x01 "Kaiseki" se acerca, el cuello de Jack va a acabar en peor estado que una rubia secundaria en cualquier película de la saga de 'Scream' y nosotros, como espectadores, nos mantenemos en tensión de manera más intensa si cabe sabiendo que Alana se acerca y que no llegará a tiempo. El cara a cara con Hannibal se produce de manera irremediable, y sorprende la frialdad brutal con que él la trata, sin preocuparse ni remotamente por ella. Lo único que parece tenerle es cierto 'respeto profesional', y le explica que si huye no la perseguirá, pero que si se queda, morirá. "Qué ciega estuve. Todos los hombres sois iguales" piensa Alana, el afrodisíaco de los psicópatas, y dispara. Bien. Pero Hannibal, que olió la pólvora en sus manos en el episodio que ya mencionaba, le había quitado las balas por precaución. En ese momento Alana y la mitad de los espectadores estamos tiesos y con cara de espanto, hasta que ella por fin reacciona y corre a la habitación donde guarda más balas, en su bolso. Pero, ¡sopresa! La mosquita muerta de Abigail sigue viva; pero sin oreja -voto desde ya para que se forme un grupo de música llamado 'La Oreja de Abigail'- y aparece de entre las tinieblas. Alana está que lo flipa y no sabe cómo reaccionar, y ella aprovecha su instante de sorpresa para mandarla a volar bajo la lluvia. Maldita seas, Abigail, maldita seas tú y tu coleta hecha específicamente para que se vea que te falta una oreja.

Así estuvimos los espectadores
durante medio episodio

El que faltaba para unirse a la fiesta era Will, que ve a Alana tirada en la calle bajo la lluvia y tiene el detalle de darle su chaqueta -va a seguir mojada igualmente- para a continuación pasar de su cara y subir a casa de Hannibal. La escena que sucede entre Mads Mikkelsen y Hugh Dancy vale su peso en oro. Por primera vez en toda la serie (aunque quizá viéramos un adelanto en el 2x05 "Mukozuke" en su escena secuestrado por el celador fanboy) vemos a Hannibal Lecter decepcionado, casi dolido, por la actitud de Will, a quien se abrió. Porque él dejó que le viera, le dio un regalo que no le había dado jamás a nadie y Will le escupió a la cara. Tras todo lo vivido, Hannibal al fin había vuelto atrás en el tiempo y arreglado esa taza rota para, a continuación, volver a romperla conscientemente de nuevo, castigando a Will. El cuello de Abigail vuelve a ser cortado por una figura paterna y Will, nuevamente, fracasa en su intento de evitar que se desangre. La pierde otra vez. Tras dejar a Will y Abigail fundidos en un charco de sangre, Hannibal abandona su piso, pasa frente a Alana sin mirarla y desaparece del mapa. La interpretación de Mikkelsen en este episodio ha sido sencillamente magistral y bien valdría todos los Emmys del mundo. A sus pies.
La mitad de los protagonistas están tirados en el suelo con más agujeros que un queso gruyer, se ha muerto hasta el apuntador y ya creemos que no pueden sorprendernos más. Pero sí. En los créditos finales vemos a Hannibal volando en un avión cuya azafata nos revela que se dirigen a algún lugar de habla francesa (hagan sus apuestas: ¿París, la costa de Francia, quizá alguna isla exótica?) y junto a él aparece BEDELIA DU MAURIER. ESTOS DOS SE HAN REÍDO EN LA CARA DE TODOS. Bryan Fuller planea hacer a Gillian Anderson regular para la tercera temporada, así que agarraos bien porque nos esperan epiquísimos momentos entre ellos.

Estos dos son perturbadores. Y sexys.


¿Quién vivirá? ¿Quién morirá? El camino que vayan a tomar en la tercera temporada se antoja tan incierto como fascinante, y lo que podemos hacer por nuestra parte es esperar que repitan una temporada tan magistral como esta, en la que las actuaciones, los planos y la banda sonora han sido una maravilla y todo un "desagradable" placer. Una de las series más disfrutables de principio a fin del 2014 ha sido Hannibal y, si bien tiene detalles que debe pulir (algunos muy tontos, pero elementales. La ambulancia y los refuerzos tardaron demasiado tiempo en llegar a casa de Hannibal) el camino ha merecido totalmente la pena. Ha sido un gusto para mí poder comentar sus episodios con todos vosotros, y me encantará repetir la experiencia durante la tercera temporada.

¿Qué os ha parecido a vosotros esta temporada y el finale, le ponéis alguna pega? 

¡Hasta la próxima! Y recordad, si un psicópata con un cuchillo os dice que os acerquéis, no lo hagáis.